Cultura

Unen en exposición a la Basílica de San Pedro y la Torre de Pisa

Dos de las joyas artísticas de Italia, la Basílica de San Pedro y la Torre de Pisa, quedaron idealmente unidas.

por Notimex

19/05/2017 08:27 / Uniradio Informa / Cultura / Actualizado al 17/02/2023

CIUDAD DEL VATICANO.- Dos de las joyas artísticas de Italia, la Basílica de San Pedro y la Torre de Pisa, quedaron idealmente unidas gracias a la exposición “En el surco de Pedro. La catedral de Pisa y la Basílica Vaticana”.

 

La exhibición, que incluye maquetas, cuadros, estampas, mosaicos, y algunas reproducciones fotográficas, escudos, insignias de poder e instrumentos de trabajo, ha logrado tejer un paralelismo artístico e histórico entre ambos monumentos.

 

Montada gracias a las instituciones encargadas del mantenimiento de los templos la Opera de la Primaziale Pisana y la Fábrica de San Pedro, la muestra permanecerá abierta hasta el 23 de julio en el Salón de los Frescos contiguo al Camposanto Monumental de Pisa.

 

Se trata de una iniciativa patrocinada por el Centro Europeo para el Turismo, Cultura y Espectáculo de Roma, que busca dar seguimiento al Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco y clausurado en noviembre último.

 

El tema principal es la comparación entre la Basílica vaticana y la Catedral de Pisa, entendidas como concretas manifestaciones de la Iglesia universal la primera, y de la Iglesia local la otra.

 

Los objetos elegidos para la exhibición van de la edad de San Pedro hasta el siglo XVII, insertados en precisas divisiones temáticas, que permiten un coherente recorrido expositivo a través de casi dos milenios de historia religiosa y artística.

 

Desde el Medioevo, muchos testimonios artísticos de Pisa y de su territorio muestran un vínculo especial con Roma y en esta relación jugó un rol fundamental la figura de San Pedro, cuyo culto se difundió con fuerza en la tierra pisana.

 

Según una antigua tradición, Pedro, en el viaje misionero que hizo de Antioquía a Roma, en torno al año 44 d.C. habría desembarcado en el litoral de la Toscana, en un lugar cercano al actual puerto de Pisa.

 

En ese lugar, Pedro habría erigido un altar en piedra, consagrado después por el Papa Clemente I (92-97) y que constituyó el primer núcleo de una sucesiva Basílica de San Piero en la localidad de Grado. En Roma, donde vivió por más de 20 años hasta su muerte, Pedro fue obispo y el primer Papa.

 

Como consecuencia del incendio de Roma en el año 64, iniciado por el emperador Nerón, pero imputado a los cristianos, fue capturado también el apóstol, quien fue encarcelado y crucificado en el año 67 en la colina del Vaticano.

 

Fue sepultado ahí y en el año 320 fue construida sobre su tumba la primera basílica vaticana por el emperador cristiano Constantino. Este edificio influenció la catedral de la Plaza de los Milagros en Pisa, cuyo campanario inclinado actualmente es un ícono mundial.

 

El recorrido de la exposición se divide en cinco secciones, entre estas destacan la “Romanidad de Pisa” y “La navecita de San Pedro”, que vincula la vocación marinera de Pisa y la figura del santo, llamado por Cristo a dejar su barca para convertirse en pescador de hombres.