Internacional

Capacitan EU y FAO a países pobres ante brote de enfermedades animales

Un programa de capacitación entre Estados Unidos y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) busca fortalecer.

por Notimex

09/03/2018 08:51 / Uniradio Informa / Internacional / Actualizado al 17/02/2023

Roma, 9 Mar (Notimex).- Un programa de capacitación entre Estados Unidos y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) busca fortalecer la capacidad de países en desarrollo para controlar brotes de enfermedades en animales de granja y prevenir pandemias.

De acuerdo a un comunicado del organismo de la ONU, se ha logrado capacitar en solo 12 meses a más de cuatro mil 700 profesionales de atención veterinaria en 25 países de África, Asia y Oriente Medio.

En total, se formaron tres mil 266 veterinarios en Asia, 619 en África occidental, y 363 en Medio Oriente. Estos profesionales lideran los esfuerzos para frenar las nuevas enfermedades en su origen.

“La asociación con la FAO no solo nos permite proteger a poblaciones humanas de amenazas víricas futuras, sino también proteger a las poblaciones animales de virus que podrían esquilmar los suministros de alimentos", afirmó Dennis Carroll, director de Seguridad de la Salud Global y Desarrollo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

Agregó que "no es solo un asunto de salud global y de enfermedad infecciosa, sino también de seguridad e inocuidad alimentaria y crecimiento económico”.

Juan Lubroth, jefe del Servicio Veterinario de la FAO, resaltó que unas 75 de las nuevas enfermedades infecciosas surgidas en las últimas décadas se originaron en animales antes de llegar hasta nosotros, el Homo sapiens, un mamífero terrestre.

“Por ello mejorar adecuadamente la detección y respuesta a la amenaza de las enfermedades animales en su origen supone una ventaja estratégica para prevenir futuras pandemias”, aseguró.

El crecimiento demográfico, la expansión agrícola y la intrusión medioambiental, así como el auge de las cadenas intercontinentales de suministro de alimentos en las últimas décadas han alterado enormemente la forma en la que surgen las enfermedades, traspasan las fronteras entre especies y se propagan, según demuestran los estudios de la FAO.

Un nuevo estudio recién publicado por Dennis Carroll (USAID) y expertos de diversas instituciones, incluida la FAO, sugiere que tan solo un 0.01 por ciento de los virus que provocan los brotes de enfermedades zoonóticas se conocen a nivel científico.

Los autores proponen una asociación internacional, el “Proyecto Viroma Global” (Global Virome Project) que tiene como objetivo caracterizar a los virus de mayor riesgo. Ello permitiría respuestas más proactivas frente a las amenazas de enfermedades, beneficiando no solo la salud pública, sino también a los medios de subsistencia de las comunidades agrícolas pobres que dependen de la ganadería.

La estrecha colaboración entre la FAO y la USAID en materia de sanidad animal se remonta a hace más de una década.

Expertos de ambas organizaciones se reúnen en Roma esta semana para analizar los avances realizados el año pasado y cómo responder a amenazas como las enfermedades zoonóticas que pasan de una especie a otra y la creciente tendencia a la resistencia a los antimicrobianos, así como para estudiar posibles medidas de intervención en la producción de alimentos y la protección de la salud pública.

Según la FAO, más allá de los riesgos para la salud humana, las enfermedades animales pueden conllevar costes de miles de millones de dólares y frenar el crecimiento económico.

Los brotes más dañinos de enfermedades de gran impacto de las últimas décadas fueron de origen animal, incluyendo la gripe aviar altamente patógena H5N1, la gripe pandémica H1N1, el ébola, el síndrome respiratorio agudo y grave (SRAG) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS).

Por ejemplo, el brote del virus H5N1 de mediados de la década de 2000 provocó pérdidas económicas a nivel mundial estimadas en 30 000 millones de dólares, y algunos años más tarde, el virus H1N1 provocó daños por valor de otros 55 000 millones de dólares.