Mexicali

Con 100 pesos al día y 'sin luz' don Rogelio le hace frente al calor

Es deportado y acude a recibir asistencia en el refugio temporal del CREA

por Uniradio Informa

23/07/2016 17:42 / Uniradio Informa / Mexicali / Actualizado al 17/02/2023

Por: Fernanda Acosta

@FernandaUniMXL

MEXICALI.- Ante las extremas condiciones climáticas que se viven en la capital de Baja California, con temperaturas cuya sensación térmica alcanza más de 50 grados centígrados, la población de escasos recursos es la más vulnerable, como es el caso de los migrantes deportados de Estados Unidos.

Rogelio Amaya Trujillo fue expulsado del Estado de California, E.U.A. en el 2010, y desde entonces ha permanecido en Mexicali. Debido a sus condiciones de precariedad económica, desde inicios del verano e incluso en años anteriores, ha sido uno de los refugiados en el albergue temporal por el calor, instaurado por el DIF.

Diariamente, debe trasladarse a las instalaciones del CREA donde se ubica el refugio temporal, para descansar y restaurarse antes y después de sus actividades de trabajo, mientras que permanezca abierto el albergue. “Tengo dónde dormir gracias a Dios, pero no luz. Con una manguera me baño para mitigar el calor, pero ya donde me baño bien es aquí (albergue). Hay que estarse bañando en las tardes también por el calorón, porque no tenemos nada más que agua; donde vivo no tenemos luz desde el año pasado.” Narró el señor Amaya.

Originario del Estado de Michoacán, Rogelio detalló que desde que vive en Mexicali, junto a un amigo se dedica a pepenar y reciclar desechos, con lo que genera ingresos para solventar sus gastos de alimentación, pero que no son suficientes para restablecer su servicio de energía eléctrica. “Donde vivimos es casa de él (su amigo) y reciclamos, en los contenedores del centro cívico, y ganamos al día unos 100 pesos de perdida, con eso sobrevivimos y por eso tengo lo que tengo, que es una bicicleta y mi mochila.” Explicó.

Al ser cuestionado sobre las atenciones por parte de personal del DIF, el hombre se mostró contento y agradecido “Aquí a veces puedo comer mejor que en mi casa. Hay días que nos dan una sopa de vaso, pero cuando vienen las hermanas (congregación religiosa) ya podemos comer un poquito mejor, y nos dan arroz y a veces pollo.” Expresó don Rogelio.

La travesía de Amaya Trujillo culminará cuando las temperaturas desciendan nuevamente y le permitan asistirse, aunque aún con las dificultades propias de no tener energía eléctrica, en su casa.

Sin embargo, aun con el cese del verano, las personas que viven en indigencia, pobreza y precariedad continúan siendo las más afectadas, tanto por situaciones socioeconómicas como por las de la naturaleza, como en el caso de Rogelio.