Tijuana

Cachanilla, de trabajador agrícola a neurocirujano

Nacido en Mexicali actualmente se le considera uno de los 100 hispanos más reconocidos en Estados Unidos, Alfredo Quiñones, vivió hasta los 19 años en

por Uniradio Informa

21/10/2014 20:00 / Uniradio Informa / Tijuana / Actualizado al 17/02/2023

Por: Esteban Merlo

TIJUANA.- Nacido en Mexicali actualmente se le considera uno de los 100 hispanos más reconocidos en Estados Unidos, Alfredo Quiñones, vivió hasta los 19 años en Mexicali, cruzaba a California a trabajar como tomatero por 4 dólares la hora, pero hoy es el doctor Q, neurocirujano con el sueño de encontrar la cura para el cáncer.

Tomar el riesgo, afirma, es la razón que le permitió ser lo que es, manifestó que es la inversión más importante que las personas deben realizar, así que sin temores se endeudó por más de 200 mil dólares con el objetivo de graduarse de Harvard.

Como cualquier mexicano que migra, buscó mejores oportunidades, y consiguió importantes estudios para el cáncer, analizando a fondo el movimiento 3D de las células.

“Pienso que llegar a la cura del cáncer está al alcance, lo que ha pasado en la última década es que quizá la forma que lo estamos estudiando es la manera incorrecta, casi casi demandando a los científicos que hagan estudios en los cuales se estudie al ser humano, tenga un impacto no todo en el previmiento de enfermedades”, comentó.

En un artículo que aún no publica observa cómo se comunican las células, cómo traspasan las membranas y esto lo considera una fase del sueño de encontrar la cura del cáncer.

“No sé si encontraremos la cura para todos los cánceres pero te aseguro que si vamos encontrar alguna”, indicó.

Para el doctor Q, lo más importante son seis puntos, soñar, imaginar, buscar la propia suerte, retarse a uno mismo, invertir en la empresa más importante, y el sexto punto; “la felicidad no nos llega de lo que recibimos, sino de lo que damos”.

El doctor Q, ofreció una conferencia en Tijuana Innovadora, donde los asistentes conocieron un poco de la vida del cachanilla, de sus retos, de la necesidad de brincar la barda para ganar unos dólares, pero más importante, que se requiere más actitud y que arriesgó mucho al endeudarse, pero era consciente de hasta dónde podía invertir en sí mismo.