Es gas natural opción vigente de combustible limpio para BC

Sugieren que transición a GNV inicie con unidades de transporte público, flotillas de empresas y vehículos oficiales

TIJUANA.- El uso de gas natural vehicular (GNV) ya es posible en Baja California y es un combustible mucho más limpio que la gasolina o el diesel, por lo que en una primera etapa debería utilizarse en autos de uso intensivo, como el transporte público, las flotillas de empresas y los vehículos de gobierno.

Así lo afirmó José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), recordando que para tener un aire limpio y sano no existe una solución única ni absoluta, sino que es un problema de soluciones múltiples, pero un paso necesario es usar combustibles más limpios, como el gas natural.

“En un proceso progresivo y no exento de controversia, pero migrar de gasolina o diesel a gas natural sería un gran paso en lo que se posibilita la movilidad eléctrica; puede iniciarse con las flotillas de uso intensivo, porque en ciudades como Mexicali los autos causan más del 50 por ciento de la contaminación atmosférica”, dijo.

Opinó que seguir apostando a condiciones meteorológicas favorables para la dispersión de los contaminantes no es una política pública inteligente y, en cambio, son palabras clave articulación, coherencia, colaboración y transversalidad, porque lo que falta es armonizar las políticas públicas en favor de una mejor calidad del aire.

El ingeniero bioquímico explicó que el GNV es un combustible más limpio, hoy en mayor medida de origen fósil, pero con tecnología disponible para ser gas natural renovable, metano que puede ser generado de la mucha materia orgánica que hoy representa un falso problema por su manejo inadecuado.

La conversión, explicó Zavala Álvarez, para hacer híbridos gasolina-diesel a GNV es hoy una tecnología disponible en Baja California, y aún más la conversión de combustión a eléctricos de los muchos carros viejos en la frontera, es un mercado en franco desarrollo y vale en ambos casos que el gobierno estatal lo facilite y estimule.

“La mala calidad del aire impacta la salud pública y la actividad económica, pero siguen pasando los años sin que las estructuras de gobierno lo comprendan y, en realidad, ningún responsable en jefe del área económica que administra los recursos de la hacienda pública ha sido comprensivo con el sector ambiental”, consideró.

Por años, añadió, no hemos sabido explicar lo suficiente el concepto de desarrollo sustentable, la gestión transversal en toda la estructura gobierno sigue siendo lo más relevante para poder tener mediano éxito en la alfabetización ambiental de los protagonistas que toman las decisiones en las distintas áreas de gobierno.

La administración de la hacienda pública, agregó, debe considerar conceptos de desarrollo sustentable, economía circular, compras verdes, ciclo de vida como criterio relevante en compras de gobierno, sacar la cuenta completa para estimar el costo-beneficio de temas ambientales que impactan directamente a la salud pública.

“No debemos cansarnos, sino buscar nuevas maneras de explicarlo; una esperanza, sin embargo, es la voluntad política y la reciente firma del memorándum de entendimiento para que los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la ONU sean una herramienta de articulación de políticas públicas en Baja California”, dijo.

José Carmelo Zavala explicó que la ingeniería y las buenas prácticas se reflejan en regulaciones obligatorias y, en ese sentido, la verificación vehicular sigue siendo un aspecto vital, porque no hay otra herramienta que estimule el mantenimiento de los carros para minimizar su contaminación y no debe abandonarse esta estrategia.

“Las muchas opciones para mejorar la calidad del aire están documentadas en el primer programa Proaire de Mexicali, desde hace casi treinta años, incluida de manera relevante la verificación vehicular, porque más del 50 por ciento de la contaminación atmosférica de Mexicali se debe al parque vehicular”, reiteró.

Sacar la cuenta completa, explicó, implica que “quien contamina paga” y los carros contaminan, así que quienes usamos carro debemos incluir de manera obligatoria estos costos o, como dijeran los economistas administradores, se deben “internalizar los costos ambientales”, porque tener carro no es un derecho, sino un privilegio.

Zavala Álvarez, quien es egresado del Programa de Estudios Avanzados en Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable LEAD-México, que oferta el Colegio de México, insistió en que los Proaire representan un acervo básico de información y son lectura obligada para los tomadores de decisiones, especialmente dentro del gobierno.

“Los ODS son clave para lograr el entendimiento de las áreas administrativas en el gobierno estatal; con ellos se podrían articular y alinear las políticas públicas con criterios de sustentabilidad y superar la visión de corto plazo, porque todo periodo de gobierno es corto para el medio ambiente, el desarrollo sustentable, la biodiversidad y el cambio climático”, finalizó.