Termina 'Kiko' con pésimo balance económico y de seguridad

Por: Octavio Fabela Ballinas

TIJUANA.- El último minuto del mes de octubre Francisco Arturo Vega de Lamadrid concluirá el encargo como gobernador de Baja California y con él 30 años de hegemonía del Partido Acción Nacional, y entregará una administración con una deuda pública de 22 mil 300 millones de pesos y adeudos al sector educativo, judicial, burocracia y ayuntamientos por 4 mil 500 millones de pesos; tras seis años en el poder se va con más de 10 mil familias enlutadas por el homicidio de uno de sus miembros y más de medio millón de víctimas de diversos delitos.

También deja empeñados durante 25 años los recursos que la hacienda pública reciba por concepto del Impuesto al Producto del Trabajo debido al financiamiento de más de 70 mil millones de pesos por los contratos a particulares para la construcción de desalinizadoras de agua de mar en Tijuana y San Quintín, así como el pago de 300 millones de pesos anuales por 17 años por la obra del segundo piso a Playas de Tijuana.

Durante el sexenio que gobernó Vega de Lamadrid el sector educativo e Issstecali fueron los más golpeados toda vez que con el magisterio nunca estuvo al corriente en el pago a maestros en activo, interinos y en pensionados al grado de que en el último año llegó a tener una crisis en varios meses por adeudos de más de 2 mil millones de pesos.

Pese a que desde el 2017, la Auditoría Superior de la Federación advirtió que la adquisición reiterada de créditos a corto plazo, la subestimación de la deuda pública y un mal cálculo del sistema de pensiones y jubilaciones, colocaban a las finanzas estatales en una categoría de “debilitadas”, no se tomó en cuenta esta observación, toda vez que en 2018 se incrementó la petición de financiamientos con la banca a corto plazo a través de 8 empréstitos por 3 mil 524 millones de pesos. Pese a que se cubrieron los empréstitos, el daño a la hacienda fue grave.

En el área de seguridad de nada sirvió que en junio del 2017, el Ejecutivo estatal signara la llamada Cruzada por la Seguridad en Baja California, pues al concluir su periodo como gobernador constitucional del estado, Francisco Arturo Vega de Lamadrid se va y deja a más de medio millón de sus gobernados con el amargo sabor de haber sido víctimas de algún delito, además de los deudos de más de 10 mil personas que fueron ejecutadas en los seis años.

Durante el primer año de su gestión, fueron 107 mil 284 delitos, la más alta de su sexenio, de los cuales solo 714 ejecuciones, la más baja de su periodo. En 2015 la cifra de delitos se redujo a 104 mil 653, no así los homicidios, que incrementaron a 909 casos y para 2016 pese a que hubo una reducción considerable de delitos 97 mil 368, el registro de homicidios casi se duplica al llegar a mil 257.

En el 2017 se registra un incremento en la comisión de delitos, al contabilizar 102 mil 220 de los que dos mil 323 fueron ejecuciones y al llegar el 2018, hay una disminución en la cifra de delitos, la más baja del sexenio 95 mil 348, sin embargo, tres mil 159 de estos fueron ejecuciones, es decir, la cifra más alta del sexenio.

Durante este 2019 de enero a septiembre, cifra con la que cuenta las estadísticas de la Secretaría de Seguridad estatal, hay registro de 71 mil 376 delitos, de los que dos mil 209 son ejecuciones.