Cd. Obregón

Fosa común de Cajeme: descansan en tumbas sin nombre

Olvidados y pocos visitados se vuelven las personas que van a la fosa común.

por Uniradio Noticias

31/10/2019 18:27 / Uniradio Informa / Cd. obregón / Actualizado al 17/02/2023

Por Arianna Monteverde

Ciudad Obregón.-   Jesús Armando murió en 2015, pero nadie reclamó su cuerpo. Fue sepultado en la fosa común ubicada al Norte del Panteón del Carmen, en Ciudad Obregón.

Es un área escondida y desolada, donde casi no habrá visitas, flores, ni rezos este Día de Muertos.

El hombre corrió con la suerte de que su nombre y apellidos fueran colocados en una cruz con una placa de identificación en la cabecera de su tumba, oportunidad que no tuvieron cientos de cuerpos que nunca fueron reclamados porque no tenían familia o se trataba de personas en situación de calle.

En la fosa común de Cajeme, habilitada con cinco hectáreas de terreno desde 2011 por las autoridades municipales, están sepultados cerca de 300 cuerpos cuyas tumbas prácticamente han desaparecido, donde no se sabe quién murió y que posiblemente nadie nunca se entere.

La inseguridad que se vive en México, y que ha crecido en la última década, no es un tema del que Sonora haya escapado. Se estima que los asesinatos y las desapariciones forzadas van de la mano con el aumento del número de personas desaparecidas, muchas de las cuales van a las fosas comunes.

De acuerdo con el encargado del panteón Municipal, Carlos Armando Bórquez, en lo que va del año se han sepultados cerca de 25 personas,  siendo en su mayoría cuerpos encontrados en áreas del Valle del Yaqui o bien de personas en condición de calle de Ciudad Obregón o áreas rurales.

"Primero que nada, se lleva un oficio a lo que son las oficinas del velatorio, requiriendo el pedazo o el terreno y el respectivo permiso para la sepultura, ya una vez obteniendo el trámite, el Gobierno del Estado nos avisa cuántos cuerpos son los que van a venir ya sea de la PEI o de los asilos, hacemos los hoyos y nos avisan la hora de llegada para proceder a sepultar", explicó.

La mayoría de la sepultura se hace en cajas de madera o metal, y mencionó que aunque las tumbas ya no tienen una cruz que indique dónde se encuentran sepultados los cuerpos, a manera de cuadrícula se tienen identificadas las áreas, y con ello, que en caso de requerirse, sepan dónde se encuentran sepultadas las personas.

"Cada persona tiene su lote, a veces las autoridades nos traen hasta 7 u 8 personas, pero se acomodan cada una en su lote, nunca amontonadas, por lo mismo, de que en algún momento sale algún familiar y puedan identificarlos rápidamente o dónde quedó", expresó.

Las mismas personas que hacen los hoyos, explicó, señalan la fecha en que se realizó el entierro, de dónde vienen y la línea donde se sepultó.

Durante el año, dijo se le da mantenimiento, es un área que se limpia constantemente aunque sea una parte del panteón  que casi nadie conoce o visita.

"Es un área sola, al momento de la sepultura cuando son del asilo, si vienen los acompañan las religiosas que son del asilo, le rezan, lo sepultan y se van, pero de que vengan así alguien a visitar, no",  expuso.

El funcionario municipal explicó que la fosa común se encontraba en otra zona del Panteón del Carmen, pero que al llenarse, se habilitó esta segunda etapa y fue precisamente un adulto mayor de 78 años de sepultado en el 2012, cuando se inauguró esta nueva área.

El camino hacia la fosa común inicia en la Fiscalía, donde los cuerpos pueden pasar semanas o incluso meses en espera de que alguien reclame, sin embargo, al verse rebasados en capacidad es que se porta por enterrarlos después de un tiempo, si es que no se recaudan datos de la persona fallecida.

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