Ciencia y tecnología

La transición mundial hacia los vehículos eléctricos

El cambio climático y la sostenibilidad son temas cruciales. Superar la dependencia de los motores de combustión es un reto clave.

Los vehículos eléctricos han ganado terreno en el mercado los últimos años.
Los vehículos eléctricos han ganado terreno en el mercado los últimos años. Archivo

por WEB

19/10/2023 09:27 / Uniradio Informa / Ciencia y tecnología / Actualizado al 19/10/2023

El cambio climático, la huella de carbono y la búsqueda de una energía más sostenible son conceptos ampliamente discutidos en todo el mundo, y con razón. A pesar de nuestro reconocimiento de la necesidad de asumir una responsabilidad colectiva en la protección de nuestro planeta y su entorno natural, la implementación de cambios prácticos puede resultar más desafiante de lo que parece. Uno de los obstáculos más significativos en este camino radica en la arraigada dependencia de la humanidad en los motores de combustión interna, que han impulsado la industrialización a gran escala durante más de un siglo y medio.

Si bien debemos mucho a este invento versátil y poderoso, es imperativo que nos adaptemos a los tiempos y busquemos nuevas alternativas para el transporte de mercancías y personas. Es aquí donde el motor eléctrico juega un papel fundamental, especialmente teniendo en cuenta su potencial para ser más económico y amigable con el medio ambiente en comparación con sus contrapartes de gasolina.

En el año 2022, las ventas anuales de vehículos eléctricos superaron la asombrosa cifra de 10 millones de unidades por primera vez en la historia. Este incremento representa un notable aumento del 54% en comparación con las ventas del año anterior. Con esto, el número total de vehículos eléctricos vendidos en la historia ha alcanzado la cifra de 29 millones. Aunque las ventas de vehículos de gasolina se cuentan en miles de millones, el impresionante ritmo de crecimiento en las ventas de vehículos eléctricos es innegable.

Gobiernos e inversores de todo el mundo están ejerciendo una presión constante sobre los fabricantes para que reduzcan sus emisiones de carbono. Esto forma parte de un esfuerzo concertado para ralentizar el ritmo del cambio climático, lo cual es beneficioso para todos nosotros. Como resultado, numerosos gobiernos ofrecen incentivos financieros destinados a fomentar la transición hacia la electricidad. Estos incentivos pueden incluir subvenciones para las tarifas de recarga eléctrica, apoyos económicos para la sustitución de vehículos de gasolina y diésel por vehículos eléctricos, y reducciones en el impuesto de circulación para aquellos que opten por vehículos con bajas emisiones.

Noruega encabeza con holgura la venta de vehículos completamente eléctricos y le siguen otros países nórdicos, como Islandia, y Suecia y los Países Bajos han logrado que casi una cuarta parte de todas las ventas de vehículos sean vehículos eléctricos. Sin embargo, aunque estos avances son impresionantes, es en China donde se está produciendo un cambio transformador.

China está realizando importantes inversiones en parques solares para generar la electricidad adicional necesaria, lo que la sitúa en una posición destacada en comparación con los países occidentales en términos de infraestructura. Esto es evidente al observar la extensión de la prórroga de 5 años para la venta de automóviles de gasolina anunciada en el Reino Unido, lo que pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las naciones occidentales para cumplir sus objetivos.

Si bien la reducción de emisiones es un factor clave en la adopción de vehículos eléctricos, los críticos plantean interrogantes sobre cómo se generará la electricidad adicional necesaria. Es importante evitar simplificaciones excesivas y reconocer que la ecuación es más compleja que la simple eliminación de emisiones en el punto de consumo. Deben considerarse las diversas cargas de carbono asociadas con la fabricación, la infraestructura adicional requerida y la vida útil de los vehículos.

Un ejemplo ilustrativo se encuentra en el paso de las comunicaciones en papel a la mensajería y búsqueda electrónicas. El hecho de que estas últimas no utilicen papel no garantiza automáticamente su sostenibilidad ecológica. El envío de correos electrónicos masivos con fines publicitarios, el almacenamiento de datos en la nube y las búsquedas en línea de información sobre, por ejemplo, los mejores casinos en línea, conllevan un consumo significativo de electricidad. La clave radica en la fuente de energía utilizada para generar esa electricidad.

Para abordar este desafío, se deben desarrollar parques solares, eólicos y mareomotrices a gran escala, así como variantes como las presas hidroeléctricas y parques eólicos marinos. Esto permitirá a los países en proceso de transición hacia una mayor proporción de vehículos eléctricos depender cada vez más de fuentes de energía renovable y sostenible para alimentar su movilidad. La mera construcción de más centrales eléctricas alimentadas por carbón solo transformaría la producción de carbono de los vehículos de gasolina en la huella de carbono de fondo de los automóviles eléctricos alimentados por la combustión de carbón.

Los Estados Unidos, en particular, han expresado su deseo de alcanzar la independencia energética, lo cual es comprensible si se tiene en cuenta su histórica dependencia del petróleo proveniente de Oriente Medio. Las tensiones políticas y la excesiva dependencia de ciertas regiones del mundo, que lamentablemente suelen ser volátiles, son factores clave que respaldan la transición hacia la energía eléctrica. 

Aunque este cambio no solo se centra en aspectos ecológicos, si contribuye al bienestar global del planeta, el costo se justifica plenamente.