México fue uno de los principales objetivos de los ciberataques en 2022. ¿Ha sido cierto en 2023?

La gravedad de los ataques también aumentó en 2023. Pero, ¿acaso todo era sombrío?

A pesar del incremento y complejidad de los ataques, no todo fue desalentador. La respuesta del país demostró una notable resiliencia: las medidas de ciberseguridad implementadas tras el azote del 2022 empezaron a dar frutos. Los sistemas defensivos mejoraron su capacidad para prevenir, detectar y responder a las amenazas.

Continuaron siendo las empresas privadas el blanco principal, seguidas por entidades gubernamentales. Sin embargo, también se observó una tendencia creciente en ataques dirigidos hacia el sector individual -internautas comunes que sucumbían ante tácticas astutas como el phishing.

Futuro de la Ciberseguridad

La ciberseguridad seguirá siendo un campo de batalla clave para México en los próximos años. Aunque el progreso realizado desde 2022 es motivo de optimismo, aún queda un camino por recorrer. Para hacer frente a esta amenaza omnipresente y en constante cambio, se debe mantener la inversión y actualización constante en las tecnologías y estrategias de defensa.

Ante esta realidad, es crucial tomar medidas preventivas para proteger nuestra información y privacidad digital. Una de las estrategias más efectivas es activar VPN, lo cual crea una conexión segura a internet que cifra nuestros datos y nos hace menos vulnerables a estos ataques.

Este método no solo es útil para empresas grandes; también puede ser beneficioso para usuarios individuales que buscan proteger su información personal. Después de todo, en este mundo digitalizado en el que vivimos hoy día, nunca se puede ser demasiado cuidadoso cuando se trata de nuestra seguridad en línea.

Avance de las amenazas cibernéticas en 2023

En 2023, la intensidad de los ataques individuales aumentó, marcando un importante cambio en el escenario cibernético. El incremento en los ataques dirigidos a infraestructuras vitales como energía y comunicaciones generó serias interrupciones. Este escenario mostró el avance de las habilidades de los ciberdelincuentes.

El año 2023 fue testigo de un crecimiento en el uso de tecnologías deepfake aplicadas a fraudes y robos de identidad. Junto a esto, los ataques DDoS no perdieron relevancia y paralizaron muchos sitios web durante todo el año.

Los ciberatacantes aprovecharon cada vez más las vulnerabilidades de día cero presentes tanto en software como hardware comúnmente utilizados. Se registró también un alza notable en los ataques dirigidos a explotar fallos de sistemas almacenamiento en la nube y dispositivos IoT.

Adopción de nuevas estrategias

Por otro lado, 2023 trajo consigo una evolución positiva en cuanto a las tácticas empleadas por los atacantes. Un claro ejemplo fue la incorporación de inteligencia artificial y aprendizaje automático para diseñar campañas spear-phishing más sofisticadas, inaugurando así una nueva fase en la lucha contra las amenazas cibernéticas.

El progreso constatado durante 2023 pone al descubierto una preocupante progresión de estas amenazas, a pesar de las medidas de seguridad puestas en marcha desde 2022. Al evaluar la escena cibernética que se presentará a continuación, podremos precisar la efectividad de las estrategias empleadas y ajustes necesarios ante estas amenazas que no dejan de evolucionar.

Escenarios cibernéticos 2022 vs 2023

Es cierto que 2022 registró un aumento en los ciberataques dirigidos a México, sin embargo, el panorama que pintó 2023 es distinto, pero no menos preocupante.

En el año precedente, los ransomware dominaron el escenario. Las filtraciones de datos y ataques para interrumpir infraestructuras fundamentales fueron comunes y tuvieron un efecto económico importante. Además, expusieron datos sensibles. Los delincuentes sacaron provecho de las infraestructuras anticuadas, recursos insuficientes y falta de concienciación acerca de la ciberseguridad.

Sin embargo, en 2023 se visualizaron cambios importantes aunque la frecuencia de los ataques persistió. La modalidad empezó a variar dando paso a nuevos enfoques y vulnerabilidades. Principalmente debido a una rápida adopción tecnologías emergentes como inteligencia artificial (IA), Internet of Things (IoT) y computación en la nube.

Aunque se apreciaron cambios en la forma de atacar entre 2022 y 2023, los objetivos siguieron siendo los mismos. De manera algo reconfortante, se observó una disminución ligera en la gravedad de los ataques. Esto podría sugerir una posible mejora en la respuesta a incidentes por parte de las autoridades mexicanas.