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El gran Santuario

¿Tu cocina es un Santuario?

Cocina
Cocina pixabay

por Juan Ángel Vásquez

26/12/2023 11:46 / Uniradio Informa / Columnas / Actualizado al 26/12/2023

@chefjuanangel                                                                 

-Bienvenida a Tunalandia, ¿qué va a llevar hoy?-

En lo alto de aquel changarrito se alcanzaba a leer: Tuna, con letras borradas por el paso del tiempo.

-A ver niñas, ¿qué se les antoja comer?- preguntó Amalia a sus hijas Petrita y Mercedes; mientras, las dos últimas se frotaban las manitas morenas, abriendo los ojos con singular alegría y poniéndolos en la mucha variedad de comida que había a su alrededor -Mira mamá, hay pan conchita- gritó Petrita emocionada. -De este lado también pueden encontrar pan de barra, tortillas de maíz, de harina y totopos- dijo la encargada.

Aquel supermercado era bastante particular, tenía un piso color blanco con manchas cafés y flores rojas; qué decir del aroma: había un intenso olor a ajo con frutas sobremaduras y un dejo de comino; la luz era tenue, bastante romántico, decían los clientes -Mire señora, nos acaba de llegar un queso de-li-cio-so, justamente hoy por la mañana- la vendedora tomó un trocito con sus manos y lo dio a Amalia, quien lo puso en la boca de sus dos hijas -¡Vaya! Qué buen queso, perfecto para las quesadillas. ¿Les gustó niñas?- Petrita y Mercedes se relamían los bigotes mientras brincaban emocionadas de un lado a otro -También tenemos variedad de frutas picadas: sandía, higos, membrillos, todas de temporada, completamente orgánicas, cultivadas en las milpas de la localidad- y mientras Amalia escogía los mejores trocitos ¡Pum, Pum! El piso comenzó a temblar, se escucharon fuertes golpes y la luz se volvió más fuerte -Corran por sus vidas- gritó Amalia y tomó a sus hijas en brazos mientras brincaba por un barranco contiguo al comercio.

-Pasen Nachito, siéntense, ahorita les sirvo café- dijo Delia mientras movía hacía la derecha los restos de pan, tortilla, fruta, queso podrido y una lata de atún gringo marca "Tuna" que había sobre la mesa forrada con mantel impreso con rosas rojas.

-¡Qué feo huele papá!-

-Cállate Noé, no digas esas cosas, venimos a trabajar- dijo Nachito a su hijo.

Delia sacó una taza de la parte baja del mueble contiguo al comedor, sirvió café y lo llevó a la mesa -Papáaa miraaa- de inmediato, Nacho cubrió la boca de Noé con sus manos y le dijo -No grites, todo está bien- tomó una cuchara y sacó la cucaracha de la taza salpicando el mantel, Amalia corrió veloz, y a su lado, Petrita y Mercedes sujetando un trocito de queso; Noé vio toda la escena mientras Delia sorbía la taza de café -Te voy a servir otra muchachito, esta es mía, es muy grande para tu edad-

La cocina es el santuario de nuestra casa, en ella se resguardan objetos preciosos e ingredientes de gran valor; por tanto, debería ser tratada como tal. Nuestra fuerza y energía salen de la cocina, nuestras penas y alegrías se curan en la cocina, todas las celebraciones tienen como centro la cocina, incluso los desacuerdos se dirimen en la cocina. Covertirla en Santuario no es nada del otro mundo:

  1. Antes de cualquier cosa, al entrar a la cocina debes lavar tus manos, o entrar con ellas limpias.
  2. Ordena utensilios e ingredientes en lugares separados para evitar ensuciar o manchar los primeros.
  3. Revisa periódicamente las caducidades de los alimentos que tienes en la alacena.
  4. Programa limpieza quincenal a fondo de tu refrigerador, saca todo, limpia cada rincón, revisa lo que sacaste y vuélvelo a meter en caso de estar en buen estado.
  5. No esperes a que la basura esté colmada para sacarla; los restos crudos de alguna proteína es mejor ponerlos en una bolsita aparte y después colocarla en el contenedor.
  6. En caso de tener ventana o algún tragaluz, mantenlo siempre limpio para que haya mejor iluminación.
  7. Limpia siempre la estufa después de cocinar, sin excepción.
  8. El lavado de trastes incluye obligatoriamente el lavado de tarja, debe quedar impecable después de terminada la faena.
  9. Evita tocar muebles, utensilios o meter las manos en puertas y cajones si las tienes sucias o embarradas de algún alimento.
  10. Recuerda, la limpieza no esté peleada con la pobreza.

Ahora te toca responder ¿tu cocina es un Santuario?

 

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