Elecciones en EU: el programa importa

Manuel Valenzuela V.

Cuando las encuestas empezaban a mostrar un declive en las preferencias electorales por Joe Biden y tendían a inclinarse en favor de Donald Trump, quien lidera cómodamente en la carrera por la candidatura republicana, algo sucedió en las elecciones realizadas en cuatro estados de la unión americana la semana pasada. Los demócratas se alzaron con importantes victorias en estados claramente republicanos.

El martes 7 de noviembre se realizaron elecciones en Ohio, Kentucky, Virginia y Mississippi. En Kentucky y Mississippi se renovaban gubernaturas, en Virginia se votó para la renovación de ambas cámaras locales (senado y cámara de delegados) y en Ohio se realizó un referéndum para incorporar en la constitución local el derecho al aborto. Salvo en el caso de Mississippi, donde el gobernador republicano ganó su reelección, en los otros estados los demócratas obtuvieron sorpresivamente importantes victorias.

En el caso de Ohio, un estado que en tiempos recientes se ha pintado de rojo (republicano), los demócratas impulsaron la propuesta de incorporar el derecho al aborto en la constitución local, lo cual es congruente con su plataforma política nacional. Los republicanos, por su parte, también congruentes con su plataforma nacional, empujaron fuertemente la negativa a dicha propuesta. El resultado fue una resonante victoria de la opción "pro choice" (elección libre de las mujeres) y ese derecho será plasmado en la constitución estatal. Fue un importante triunfo para la causa liberal sobre las fuerzas conservadoras.

Para entender mejor esta decisión, quizá sea necesario recordar que el año pasado la Corte Suprema de los Estados Unidos revocó una decisión de la misma Corte, tomada en 1973 (caso Roe vs Wade), en la que se reconoció el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo (abortar). El año pasado, la actual Corte, en la que dominan los jueces conservadores, revocó ese fallo y ordenó que fuera cada estado el que legislara respecto a ese derecho. Ohio lo hizo el martes pasado con el resultado ya comentado. 

En el caso de Virginia, se votó para renovar el senado, donde los demócratas tenían el control, y la cámara de delegados (así le llaman a la cámara baja local) donde eran los republicanos los que tenían mayoría. Los demócratas pusieron el acento en la posición en favor del aborto en la campaña. El gobernador republicano, Glenn Youngkim, un personaje inteligente, detectó la debilidad de la posición de su partido que declaradamente está en contra del aborto, y adoptó una posición más moderada, en favor de la prohibición del aborto, pero a partir de las 15 semanas del embarazo, sin embargo, ni así pudieron ganar. Los demócratas conservaron su mayoría en el Senado estatal y lograron la mayoría en la Cámara baja. Sin duda una importante victoria para la causa demócrata.

Aún en el caso de un estado eminentemente republicano como Kentucky, donde Trump le ganó a Biden por 25 puntos en la elección de 2020, pero que tiene un gobernador demócrata carismático y con buenos resultados en su gestión, éste ganó su reelección, a pesar de tener como adversario a un candidato competitivo avalado por Trump y preferido de Mitch McDonnell, líder de la minoría en el Senado federal. Se trató de otra victoria significativa para los demócratas.

Un elemento adicional que los analistas de Estados Unidos han destacado, es que en todos los estados donde hubo elecciones las encuestas son muy desfavorables a la administración de Joe Biden. En promedio en todos esos estados donde hubo elecciones, el 70 por ciento de los ciudadanos encuestados reprueban la administración de Biden, sin embargo, votaron por los candidatos y la causa demócrata.

¿Cuáles son las implicaciones de lo que sucedió el martes en función de las elecciones del próximo año? No es fácil saberlo todavía. Ni siquiera los analistas de los medios norteamericanos se ponen de acuerdo. Quizá responda más a factores locales y a buena selección de candidatos, pero en lo que parece haber acuerdo es en que la causa "pro-choice" (en favor del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo) es ampliamente popular y goza del apoyo no solo de las mujeres, sino de buena parte de la población joven. Es pues una demanda ganadora.

Por el contrario, la causa "pro-life" (en contra del aborto), que ha sido una posición central del partido republicano y de Donald Trump, es una demanda perdedora en el marco de un país mayoritariamente urbano y con una población cada vez más apegada a los valores liberales. 

De lo que se puede advertir con las primeras reacciones de los dirigentes partidarios, es que para las próximas elecciones los demócratas pondrán el acento en la defensa de los derechos de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y criticar el conservadurismo de la posición de los republicanos. Señalan que la prohibición del aborto es una imposición del gobierno sobre la libertad de las mujeres.

Por el lado republicano se advierte confusión. Mientras unos dicen que durante la campaña de 2024 deben poner el acento en otros temas, como la migración y la economía, otros dicen que no se puede evadir el tema del aborto, por lo que habrá que flexibilizar la propuesta. Quizá migrar de la prohibición total a una que lo permita hasta antes de la semana 15 del embarazo. No se ve fácil el asunto para los republicanos que no quieren perder el voto conservador de los diversos grupos religiosos, pero que buscan ganarse a las mujeres y a los jóvenes porque saben que sin ellos no ganan. Parece que además de las personas, el programa importa.