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Juana Lechuga

Juanita Esmeralda tenía tanto cabello, que sus rizos formaban una pieza de lechuga en su cabeza.

Lechuga Verde
Lechuga Verde Pexels

por Juan Ángel Vásquez

26/09/2023 10:49 / Uniradio Informa / Columnas / Actualizado al 26/09/2023

@chefjuanangel

 

- ¡Juanitaaa!, ¡no te entretengaaas!, ¡apúrate, chamaca, ya está oscureciendooo! -

- ¡Ay mi amá!, ¡qué vergüenzaaa! - decía Juanita entre dientes mientras bajaba la cuesta.

De lunes a viernes, "La Licha" se paraba a mitad de la cuesta para observar a su hija mientras regresaba de la secundaria. La tal Juanita era tan guapa y coqueta, que más de 4 chamacos andaban detrás de ella.

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- ¡Ay, amiga!, deja me bajo la falda debajo de las rodillas, ahí está mi mamá gritando - decía Juanita mientras la tela gris tableada descendía por sus rodillas raspadas como si fuera un telón de teatro.

- ¡Ya te estoy viendo, chamaca libidinosaaa!, pero vas a ver cuando lleguemos a la casa - decía su mamá en voz alta para que todos sus compañeros midiéramos la autoridad que tenía sobre "Juana Lechuga". 

Juanita Esmeralda tenía tanto cabello, que sus rizos formaban una pieza de lechuga en su cabeza.

- ¡Ay pobrecita la "Juana Lechuga"!, le va a dar una buena riatera "La Licha" por andar coqueteando con "El Botas"- murmuraban sus compañeras.

"El Botas" era un chavalo popular de la secundaria, siempre llevaba botas, "chaparrito y muy dulce", comentaban sus enamoradas.

Después de tremenda zarandeada que "La Licha" le pegó a "Juana Lechuga", ésta corrió a su cuarto (eso sí, con un platón de frijoles en el estómago), y se quedó dormida mientras lloraba, lamentándose por la poca libertad que tenía para conquistar a su amor platónico.

- ¡Además, yo no soy "Juana Lechugaaa"!, ¿por qué me dicen así? - le gritaba a la almohada.

Pasadas las 12:00 de la noche, llegó un espíritu a los pies de su cama, la envolvió en un halo de luz y sucedió lo inimaginable.

- ¡Amáaaaa, auxiliooooo!, ¡que alguien me ayudeeeee! - gritó Juanita mientras se miraba en el espejo al despertar.

- ¡Mamá, soy una lechugaaaaa! - 

Envuelta en llanto rodó por la casa buscando quién la ayudara a deshacer el hechizo. 

De repente apareció una mano tierna que la tomó con suavidad.

- Qué bonita lechuga, ahora sí se esmeró Abelino cuando las escogió - 

Aquella mano era de "La Licha", quien estaba empezando a cocinar y acababa de llegar de la tienda de Abelino.

- ¡No soy una lechugaaaa!, soy tu... - 

De repente un cuchillo la rebanó a la mitad y la picó finamente; "Juana Lechuga" cayó directo en un colador y fue enjuagada mientras sus lágrimas de dolor se mezclaban con los chorros de agua del lavatrastes.

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- Hay que sacudirla muy bien para que no 'aguadee' la comida - dijo Licha, y la puso en un tazón.

- Hola, hermosa, estás igual de chula -

Juanita, con la mirada puesta en el verde y redondo jitomate, dijo sollozando - ¿Me hablas a mí?, ¿también se te apareció el espíritu mientras dormías? -

"Jitobotas" contestó con harta parsimonia: - Soy "El Botas", Juanita, y vengooo a rescataaa... -

- ¡Ay nooo!, este jitomate está muy feo, lo que tiene de panzón lo debería tener de rojo y maduro - dijo "La Licha".

- ¡Morirééé por tu amooor, Juana Lechugaaa! - exclamó "Jitobotas" mientras era atravesado por un cuchillo.

"Juana Lechuga" volteó a su alrededor y vio un sartén de frijoles hirviendo, del lado derecho estaba un tazón repleto de queso que olía a 'pedito', y un guacamole más líquido que el río Moctezuma.

- ¡Levántense, ya está el desayunooo! -

Riiiingggg, riiiingggg.

- Ay, nanita la ranita, Jesucristo bendito - de un salto brinqué de la cama, corrí a la cocina y ahí estaba mi mamá, preparando el desayuno.

- Mamá, ¿qué vamos a comer? - dije temeroso en voz baja.

- Anoche mientras dormías me preguntaste lo mismo, mijito. Te dije que íbamos a comer tostadas, pero ya estabas roncando -

Las tostadas tienen su origen en la época prehispánica, tradicionalmente eran tortillas de maíz colocadas en las brasas hasta obtener una consistencia crocante. Al llegar los españoles trajeron consigo la manteca de cerdo, así que empezaron a freírlas, agregándoles posteriormente ingredientes como pata, pollo, crema y queso. Las originales solo llevaban frijol y chile.

 

Chef Juan Ángel Vásquez - Licenciado en Periodismo y chef profesional, creador de contenidos gastronómicos para plataformas digitales y embajador de marcas de alimentos.