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Gustavo Durán: la foto de la tragedia del túnel 29 que marca su vida

Gustavo Durán: la foto de la tragedia del túnel 29 que marca su vida.

por Notimex

25/05/2020 16:02 / Uniradio Informa / Deportes / Actualizado al 17/02/2023

MÉXICO.- En medio del murmullo de la muerte empezó el joven fotógrafo Gustavo Durán a hacer click con su cámara y tomó una de las fotos más desgarradoras en la historia del futbol mexicano.

 

A sus 17 años de edad, recién cumplidos, fue el primero que plasmó desgraciadamente con su cámara aquella imborrable tragedia del túnel 29 del Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria.

 

Es la imagen de un hombre que lleva en sus brazos casi caídos a un niño fallecido por asfixia, a la salida del túnel, donde se ve a socorristas que atienden a otras personas tiradas en el piso.

 

“Eran lamentos los que escuchaba, era la gente que decía groserías, que pronunciaba maldiciones, era el murmullo de la tragedia. Mucha gente decía qué pasó y también yo traía en mi mente el qué paso”, recordó en entrevista para Notimex.

 

Aquel día no fue normal, porque Pumas de la UNAM y América se enfrentaban en la final del futbol mexicano y eso merecía una gran cobertura.

 

Eran otros tiempos, comenta Gustavo, porque el jefe los invitó a desayunar, platicaron y afinaron los detalles, así que dos se fueron a la cancha, uno al palomar, otro a los vestidores y dos afuera del estadio para ver qué sucedía.

 

Sus inicios

 

El periodista Gustavo Durán de Huerta Martínez del Campo llevó a su hijo del mismo nombre al periódico Excélsior con la finalidad de trabajar unos días, pero era tanta la pasión de Gustavo por la fotografía que se quedó más tiempos.

 

Fue el “hueso de fotografía”, como se le llamaba entonces al ayudante del departamento, era quien hacía la limpieza de las ampliadoras en el laboratorio del revelado y demás quehaceres.

 

Iba con Ignacio Castillo, jefe de departamento, a los partidos de futbol, le cargaba la maleta y le gustaba porque nunca había estado en vivo, en la cancha, en un encuentro de balompié y al mismo tiempo empezaba a hacer los primeros disparos con una cámara que le prestaba su jefe, lo cual no era desconocido porque siempre tuvo una en las manos desde niño.

 

“Trae tu cámara y vámonos”, le dijo aquella mañana Castillo, de quien recuerda como un jefe que siempre planeó todas las coberturas, de mucho talento, visión y sentido común del periodismo.

 

El momento de la foto

 

Gustavo y Francisco León, su amigo, vecino y quien ya falleció, fueron los encargados del rondín afuera del estadio y “la tragedia me la encuentro de frente. La gente salía pálida, unas estaban tiradas en el piso y este señor con su niño en brazos”.

 

Todo fue tan rápido, hizo click con su cámara Nikón F2 con un lente 2.8 gran angular en la foto de frente, jaló la manecilla para otra placa y alcanzó a disparar ya de lado, agarró la cámara con rollo a color, pero ya había perdido el perfil que quería.

 

“Era una cámara mecánica, tenía que jalar con el dedo pulgar la manecilla para carga otra toma, no tenía motor, el foco era manual y toda la foto salió bien con su campo”, compartió Durán.

 

Tomaba más fotos cuando llegaron unas personas, quienes empezaron a quitar los rollos a los fotógrafos, entonces él rebobinó su película rápidamente, la escondió y puso otra en la recámara.

 

“Me quitaron el rollo a color y el blanco y negro que había puesto. Lo bueno es que no me quitaron las cámaras, se portaron decentes, pues eran porros que decían que eran de seguridad, una seguridad rebasada y por eso la tragedia, quisieron tapar el sol con un dedo”, expresó todavía conmocionado.

 

Luego él y Francisco León se fueron rápido al periódico, revelaron, imprimieron y alcanzaron a meter su material para la edición dominical que sacaba el periódico con la cartelera de teatro, cines y demás información del espectáculo, en unas seis páginas.

 

Al día siguiente la portada del diario con su foto de ese hombre desecho con su niño en brazos, una imagen que todavía conmueve sus vibras, que plasma la profesión de ser fotógrafo, de tomar la placa en la sublime alegría y en la desgracia.

 

Una tragedia que no ha superado

 

“Sacar esa foto, para empezar, no te la crees. Son muchas cosas, primero, superar la tragedia, porque es un impacto en mí de años. Por ejemplo, a mis dos hijos jamás lo llevé al futbol y con mi nieto jamás lo haré”, expresó ante la portada de aquel día.

 

En segundo término, jamás hizo una ampliación tipo póster para tenerla en su hogar, no es algo que puede presumir, aunque el presidente Miguel de la Madrid le entregó un premio por ese trabajo.

 

“Esta foto tiene una historial alrededor muy grande. Como yo era tan joven no sabía que seguía. Después de esto no sé si indemnizaron a las familias de los muertos. Todavía no conozco los nombres de ellos”, analizó el maestro de la lente.

 

Señaló que cada quien se quedó con sus muertos y con sus heridos, porque “las autoridades, y los equipos nada hicieron. Nadie fue a la cárcel”.

 

Asimismo, lamenta que esta tragedia pueda volver a ocurrir, aunque “esto fue una gran lección para todos. ¿Cuántos años ya son? Desgraciadamente puede volver a pasar”.

 

Su cámara

 

De muy niño recibió una cámara de una tía, obviamente una de esas de juguete que hacía click y en el visor se veía una imagen y con ella se divertía, después aquella de bolsillo 110, la cual llevaba a la escuela primaria y por ello tiene fotos con sus compañeros y profesores.

 

“La cámara es la compañera en mi vida, la del trabajo, la de viajes, de cobertura y de plasmar la historia. De tomar aquellas fotos de mi papá en su moto y de ahí nació también mi otra pasión, las motos, y también me gustan mucho los carros de bomberos, a los que he sacado muchas fotos desde niño”, compartió.

 

Gustavo Durán Huerta-Patiño lleva 12 años trabajando en Notimex. En 1986, recibió el Premio Nacional de Periodismo en Fotografía.

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