Max Verstappen puede pagar caro su rebeldía

CIUDAD DE MÉXICO, (EL UNIVERSAL).- La actitud de desobediencia hacia los ingenieros de la escudería Red Bull ha destacado en  Max Verstappen.

El piloto, actual bicampeón del mundo, fue derrotado por Checo Pérez en Arabia Saudita luego de ignorar las órdenes de Gianpiero Lambiase, su ingeniero, en las que le solicitaba mantener cierto ritmo, ya con el segundo puesto amarrado.

La frustración por no poder acercarse al primer lugar lo hizo empujar aún más el auto, desgastando sus llantas y, como consecuencia de todo esto, arrebatándole a Checo la vuelta más rápida, lo que le hubiera valido puntos extra.

Cabe destacar que llevar los coches al límite puede ocasionar que el auto comience a tener fallas con la necesidad de reponer partes y pagando penalizaciones.