Centroamericanos llenan de arte urbano los cruceros de Hermosillo

Por Mónica Miranda

Hermosillo.-   Trasladar su arte urbano alrededor del continente americano, ha sido el estilo de vida que adoptaron hace ocho años Álvaro Domínguez y Viviana Rivada, pareja de esposos que hoy se ganan la vida haciendo malabares en los cruceros de Hermosillo.

Más de nueve estados de México y 15 países de Centroamérica, son los que han recorrido en busca de una nueva aventura y conocimiento de la cultura en cada región. Originaria ella de Uruguay, y el de Guatemala, fue Panamá donde se encontraron, y aunque tenían destinos de opuestos, decidieron continuar juntos el viaje.

“Nosotros nos conocimos viajando; yo iba para Uruguay, para Brasil, y ella venía para México. Entonces yo empecé a bajar a Centroamérica y la conocí a en Panamá, empezamos a viajar juntos a Centroamérica, luego entramos a México y ya casi (recorrimos) toda la República. Algunas partes nos faltan, pero queremos seguir ya con eso el año que viene”, contó Álvaro.

Hace un año llegaron a Hermosillo de Guaymas, y planean continuar su viaje el próximo año. Entre cinco y seis horas permanecen diariamente en el crucero de Reforma y Doctor Paliza, acompañados de su pequeño Taigo, de seis años de edad, por quien en un futuro esperan establecerse en una sola ciudad para que pueda tomar sus clases ininterrumpidamente.

“Principalmente eso, de estar conociendo; pero de otra forma también, porque generalmente, cuando uno viaja, viaja como turista, entonces siempre vas a ver lo más lindo de un país. Entonces así, viajando como nosotros, que vivimos en los lugares, que nos quedamos a conocer, como que se vive más la cultura, se conoce más a la gente, el lugar, el país”.

Su estilo de vida y el tipo de arte que hacen en las calles, les permite generar ganancias para vivir de manera temporal en cada ciudad, y de Hermosillo, dijeron, disfrutan la comida, la amabilidad de las personas y la infraestructura urbana.

“Hermosillo es muy linda la ciudad. A mí me gusta, me gusta toda la ciudad; las coyotas están muy ricas, algo muy tradicional de acá que he probado y me ha gustado es el Bacanora. También la gente es muy amable, apoya mucho el arte y eso es lindo cuando ves eso en un lugar”, expresó.