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El importante papel del 'escudo de silicio' que protege a Taiwán

La relevancia de Taiwán como productor mundial de microchips hace que China piense dos veces antes de usar la fuerza contra el país.

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por Agencias

05/08/2022 10:20 / Uniradio Informa / Internacional / Actualizado al 17/02/2023

Por: El Universal

 

MÉXICO.- El impacto de una guerra en esta parte del mundo sería tan grande que China pagaría un precio muy alto, incluido un daño severo a su propia economía.

 

El gigante asiático, como el resto de la economía mundial, depende de los chips supersofisticados fabricados en Taiwán. Estas pequeñas piezas están elaboradas con semiconductores, es decir, circuitos integrados fabricados generalmente con silicio.

 

El escudo de silicio es parecido al concepto de la guerra fría de MAD (destrucción mutua asegurada), porque cualquier acción militar en el estrecho de Taiwán sería tan dañina para China como para Taiwán y Estados Unidos.

 

De modo que, en efecto, evita que se inicie un conflicto y protege al pequeño territorio de un ataque militar ordenado por Pekín.

 

El costo de tal acción sería tan grande, no solo para el mundo, sino para la propia China, que el gobierno de Xi Jinping tendría que pensarlo dos veces antes de dar la orden.

 

La mayoría de los expertos militares están de acuerdo en que China no tiene la capacidad militar para lanzar un ataque a gran escala contra Taiwán.

 

En su testimonio ante el Congreso de Estados Unidos en junio, el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, dijo que un ataque sería "extraordinariamente complicado y costoso" para China.

 

Al decidir emprender una acción militar contra Taiwán, China también debe considerar si Estados Unidos acudirá en defensa de la isla.

 

Es difícil creer que Estados Unidos se sentaría y dejaría que China se apoderara de Taiwán por la fuerza.

 

Además de la disrupción masiva que traería a la cadena de suministro global de alta tecnología y a la propia economía estadounidense, una invasión le daría a China el control sobre las fábricas de chips más avanzadas del mundo.

 

Cuando el presidente Jimmy Carter estableció unilateralmente relaciones diplomáticas con Pekín en 1979 y cortó los lazos oficiales con Taiwán, el Congreso aprobó la Ley de Relaciones con Taiwán, que autoriza la venta de armas defensivas a la isla.

 

Como mencionaba antes, en la crisis de los misiles del estrecho de Taiwán de 1996, el presidente Bill Clinton ordenó a dos portaaviones de guerra que monitorearan los ejercicios bélicos chinos, lo que envió un poderoso mensaje a Pekín.

 

La disputa que mantienen ambos países desde 1949 -que se agudizó en los últimos días con la visita a la isla de la presidenta del Congreso de EE.UU., Nancy Pelosi- ha privado a Taiwán de acceso a los organismos internacionales y le otorga un estatus indefinido y un reconocimiento internacional limitado.

 

Pero, tras años de hostilidades y tensiones, Taiwán encontró una estrategia que ayuda a su supervivencia nacional en este conflicto tan asimétrico y con la que ha conseguido alejar el fantasma de una invasión china: el llamado "escudo de silicio".

 

Un "arma" que nadie puede replicar a mediano o largo plazo dado su nivel de complejidad.

 

Una industria clave de la que depende desde la fabricación de aviones de combate hasta paneles solares, pasando por videojuegos o instrumentos médicos.

 

Significa que la posición de Taiwán como principal fabricante mundial de chips semiconductores avanzados actúa como elemento disuasorio de una acción militar de China.

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