Nueva Zelanda confirma casos de Covid-19 tras 102 días sin ellos

AUSTRALIA.- Nueva Zelanda ha registrado cuatro nuevos casos de Covid-19 después de 102 días sin ninguna transmisión comunitaria, anunció la primera ministra, Jacinda Ardern, en una conferencia de prensa nocturna.

Auckland fue sometida rápidamente a un bloqueo de tres días después de que se confirmaran cuatro casos en una familia de la ciudad. La familia no había viajado al extranjero y se desconocía el origen de la infección.

El país no había registrado la transmisión del virus dentro de la comunidad en más de tres meses y la vida cotidiana había vuelto a la normalidad, excepto por estrictos controles fronterizos.

Los 22 casos conocidos del virus antes del anuncio del martes estaban entre los viajeros que regresaban y estaban en cuarentena en instalaciones de aislamiento.

El último caso fue diagnosticado el lunes en una persona de 50 años que vive en el sur de Auckland; una segunda prueba el martes también resultó positiva. La persona no tenía antecedentes de viajes al extranjero.

Otros tres miembros de la familia de seis que viven en la casa dieron positivo por coronavirus; los otros dieron negativo. Uno de los diagnosticados era un niño en edad preescolar.

Se estaban probando los contactos de la familia, incluidos los de varios lugares de trabajo.

Ardern anunció que a partir del mediodía del miércoles, Auckland, la ciudad más grande de Nueva Zelanda, se colocaría en una fase restrictiva de bloqueo durante tres días.

Dijo a los periodistas que había muchas preguntas pendientes sobre la situación y que lo más importante era rastrear el caso hasta su origen. "No hemos podido determinar el origen de estos casos".

Los diagnosticados no tenían ningún vínculo conocido con las instalaciones de aislamiento administradas para los viajeros que regresaban, ni con las fronteras del país, donde se han registrado todos los casos registrados del virus.

Las personas en Auckland deben quedarse en casa durante al menos tres días a partir del mediodía del miércoles mientras los funcionarios intentan rastrear la fuente de las infecciones.

Según las reglas del "nivel tres", un paso por debajo del nivel más estricto, las personas no deben salir a menos que necesiten viajar por trabajo, o estén comprando o haciendo ejercicio. El contacto con otros debe mantenerse al mínimo, con todas las escuelas y centros de cuidado infantil, y la mayoría de las empresas, cerradas. Los supermercados permanecerán abiertos y habrá comida y bebidas para llevar.

El director general de salud dijo que se esperaba que aumentara el número de casos.

"Esperamos ver otros casos", dijo Ashley Bloomfield. "Queremos encontrar esos otros casos lo antes posible e identificar o aislar cualquier contacto".

Desde principios de junio, cuando se suavizaron todas las restricciones restantes, excepto los controles fronterizos, los neozelandeses han disfrutado de vivir en uno de los países más seguros y relajados del mundo en relación con el coronavirus; Tanto es así que Ardern y Bloomfield habían comenzado a advertir en las últimas semanas contra la “complacencia”. El país seguramente experimentará otro brote comunitario, dijeron.

En la conferencia de prensa en vivo del martes, Ardern dijo: “Sé que esta información será muy difícil de recibir. Como equipo también hemos estado aquí antes. Sabemos que si tenemos un plan y nos atenemos a él, podemos trabajar en situaciones difíciles y desconocidas. "

El cierre de toda la ciudad - la región más amplia de Auckland es hogar de casi 2 millones de los 5 millones de habitantes de Nueva Zelanda - fue un enfoque "cauteloso", dijo el primer ministro, pero la ventana de tres días dio a los funcionarios tiempo para recopilar la información necesaria sobre el brote antes de que se tomaran decisiones a más largo plazo.

“Mover una ciudad entera y la ciudad más grande de Nueva Zelanda. la restricción de nivel 3 no es algo que nos hayamos tomado a la ligera ", dijo, y agregó que no habría sido posible aislar una parte de la ciudad.

No quisiera saber cuánto más podrían durar las restricciones si no se encuentra la fuente de las infecciones, o si está considerando retrasar las elecciones generales previstas para el 19 de septiembre.

En las últimas semanas, los neozelandeses han observado cómo aumentaron los casos en el estado australiano de Victoria, una situación a la que Ardern se ha referido a menudo cuando instaba a la vigilancia. Ella y los funcionarios estaban preocupados por la cantidad de personas que, según los informes, rechazaron las pruebas de Covid-19 y la asimilación gradual de la aplicación de rastreo de contactos del gobierno.

Ardern dijo que entendía "absolutamente" la decepción de los neozelandeses. “Ese es un sentimiento completamente natural. Tenemos 102 días y fue muy fácil sentir que Nueva Zelanda estaba fuera de peligro. "

Dijo que Nueva Zelanda había "pasado más tiempo" de cualquier país sin transmisión comunitaria y "como éramos los únicos, siempre supimos que teníamos que planificar".

"Mi petición es que no me desanime ni se desanime", dijo.

Solo aquellos que regresan a su hogar en Auckland pueden ingresar a la ciudad, y solo aquellos que viven en otro lugar pueden salir.

Ardern advirtió contra las compras de pánico antes del cierre en los supermercados, pero las fotos en las redes sociales mostraban grandes multitudes y largas colas que se formaban después de la noticia.

Las restricciones en el resto del país son menos estrictas: las personas no deben reunirse en grandes cantidades, trabajar desde casa si pueden y usar máscaras si el distanciamiento físico no es posible.

Con las elecciones de Nueva Zelanda en menos de seis semanas, los políticos han estado recorriendo el país. Ardern, quien estuvo en Auckland recientemente, dijo que permanecería en Wellington durante los próximos tres días.