El póker en México: cómo ha llegado y cuál es la situación actual

El consumo de casinos ha estado íntimamente ligado a la evolución del modelo de ocio en México durante el Siglo XX y se ha reforzado en las últimas dos décadas. La instalación de salones para este fin ha sido determinante para entender la continua apertura de la sociedad mexicana hasta alcanzar el punto actual, bajo el contexto del turismo como uno de los principales motores de la economía nacional, y del que la población local ha obtenido sus propios beneficios. Los juegos de póker y otras modalidades relacionadas han vivido una continua transformación, pasando de pequeños espacios a grandes salas o al consumo online, un espacio que ha potenciado notablemente la actividad y que ha significado una democratización de la misma, gracias a un acceso masivo por parte del público. 

El póker entró en México a partir del 1850, a través de Baja California y procedente de los visitantes y comerciantes estadounidenses. Traían, para divertirse en sus ratos libres, este peculiar juego de cartas que combina suerte en el reparto, destreza y atrevimiento en forma de apuestas. Su consumo fue expandiéndose entre muchos grupos poblacionales hasta el punto de que, en las primeras décadas del 1900, los diferentes Gobiernos tuvieron la iniciativa de realizar una legislación al respecto, con el objetivo de asentar las bases para su entrada en los casinos, lo que suponía la pérdida de exclusividad de los hogares o los bares como el único espacio de consumo. 

Aliciente para el turismo

El estado de Baja California ha jugado, en la historia del póker en México, un papel esencial, pues aquí se instalaron los primeros casinos para atender al creciente número de turistas que cruzaba la frontera entre Estados Unidos y México. El país vecino ofrecía a los 'yankees' una propuesta de entretenimiento interesante y divertida, muy diferente a la que ellos podían encontrar en sus ciudades. Las ciudades de Mexicali y Tijuana fueron los referentes para la instalación de estos espacios, en los que el póker se convirtió en un atractivo capital y prioritario para el público. 

Esta tendencia histórica se fue reforzando con el paso de las décadas, a medida que el turismo crecía y la región se adaptaba a esta demanda, con una continua mejora de los servicios. La importancia del sector turístico en Baja California no ha parado de crecer desde la mitad del pasado siglo, hasta la actualidad. En 2022, los aeropuertos de la región recibieron a más de cuatro millones de pasajeros, del ámbito nacional e internacional. A este dato se suma el hecho de que, cada día, cerca de un millón de personas cruza el paso fronterizo. 

En este contexto turístico y de amplia movilidad ciudadana, la oferta de ocio es fundamental para responder a las necesidades del público y las salas de juegos de azar se sitúan en una posición clave, incluso con una importante influencia política. Baja California es el estado mexicano con un mayor número de casinos instalados, más de cuarenta. 

Versión online

La evolución de estos lugares de ocio ha avanzado hacia la digitalización, al igual que otros muchos hábitos cotidianos de los ciudadanos. Las empresas relacionadas con el póker y otros segmentos de los salones de casinos han reaccionado a la demanda del público mediante la creación de sitios webs y aplicaciones para el consumo de esta actividad. La principal limitación para el desarrollo de esta idea es que cada país asume su propia regulación y las empresas han tenido que adaptarse a muchas condiciones. 

En este escenario, México, consciente de la importancia de la industria de los casinos en su economía, fue de los primeros del mundo en establecer una regulación para el desarrollo de esta actividad en Internet. En 2004 se promulgó la primera normativa, la Ley Federal de Juegos y Sorteos, que ha sido modificada en alguna ocasión para adaptarse a los feroces y rápidos cambios que el mundo digital y las telecomunicaciones han desarrollado. La regulación de este negocio es, por lo tanto, estatal, ya que compete a la Secretaría de Gobernación. Este organismo se encarga de realizar una entrega de licencias, que autorizan a una determinada empresa a operar un sitio de casino online en territorio mexicano. 

La oferta de las salas de juegos de azar ha ido creciendo en la etapa reciente, con una continua publicación de nuevos juegos a los que el público accede a través de un dispositivo electrónico. Un teléfono móvil, la tablet o el ordenador son los recursos necesarios para conectarse a una partida. La incidencia del mercado online es tal que incluso los establecimientos físicos han buscado fórmulas para unir su acción con el entorno online, de manera que una partida de póker en un casino de Tijuana puede ser vista, a través de un servicio de Streaming en Internet, por un ciudadano de España que está en el salón de su casa. El desarrollo de torneos de póker de escala mundial, en los que participan usuarios de muchos países, es otro de los efectos de una tendencia en la que México se posiciona entre los líderes, en cuanto a consumo o capacidad de desarrollo.