VIDEO: "De este lado también hay sueños", una salsa con sabor a esperanza

Dona Esther, una migrante oaxaqueña deportada de EU, inició con la venta de su salsa, con la que pretende ofrecer empleo a migrantes.

Por: Alberto Elenes

TIJUANA.- Hace dos años, en el rincón modesto de su cocina, nació la idea de Doña Esther Morales. Al principio, ella elaboraba su salsa picante en una licuadora simple, pensando en ofrecer un acompañamiento especial para los platos que servía a sus comensales en La Antigüita, su fonda ubicada en el corazón de la zona centro de Tijuana.

"Esta salsa yo la hacía para mis comensales que vienen aquí, y siempre me pedían que véndeme un poquito, que véndeme un poquito y entonces yo dije, bueno, siempre hago para mi nada más y ahí nació la idea de hacerla en grande", expresó Esther Morales, Activista Migrante y dueña de La Antigüita.

Pequeña, pero llena de pasión, esta chispa de creatividad se convirtió en el punto de partida para su emprendimiento que hoy está dejando una huella en Tijuana y a la que ha denominado "De Este Lado También Hay Sueños"

Originaria de Oaxaca, Doña Esther llegó a Tijuana deportada de Estados Unidos, ya estando de este lado, con un deseo firme de crear un futuro mejor para sí misma y para su comunidad del "Sueño Americano, pasó al Sueño Mexicano".

Después de más de una década de esfuerzo y determinación en su fonda que lleva poco más de 12 años con ella, ha logrado establecer un negocio de comida y venta de tamales que se ha ganado el reconocimiento de los locales y de los albergues migrantes que existen en la ciudad, por el sabor auténtico y su calidad inigualable.

"Se llama "De este lado también hay sueños" por mi historia y porque tengo varios compañeros que aquí en Tijuana han logrado sus sueños, no exactamente en Estados Unidos, están acá, y yo he logrado el mío, con qué, con comida calientita, con La Antigüita y ahora con la salsa", dijo.

Ahora, Doña Esther no solo sueña con el éxito de su negocio. Su visión va más allá. Planea rentar un local para elaborar su salsa a mayor escala y ofrecerla a otros negocios locales, así como al público en general.

"Pero dije, porqué lo voy a estar haciendo así, yo la quiero hacer en grande, yo lo quiero lanzar, yo quiero ver mi proyecto bien, entonces ya fue que la patente, ya se está elaborando muy bonito, va muy bonito el trabajo", agregó.

Lo que hace que su proyecto sea aún más inspirador es su compromiso de ofrecer trabajo a otros migrantes que se encuentran en una situación similar a la que ella enfrentó hace años.

Esto no solo es una historia de emprendimiento, sino un testimonio de resiliencia y solidaridad.

"Porque fue al albergue a llevar tortillas una vez y andaba buscando alguien, quien le ayudara a pintar un local, entonces, el encargado que estaba ahí me dijo que, si no quería ayudarle a ella ahí, entonces empecé a pintar, allá me dijo que le ayudara aquí en la cocina", comentó Juan Manuel García, migrante.

Doña Esther Morales está demostrando que, desde este lado de la frontera, también hay sueños que pueden hacerse realidad. Su salsa picante "De Este Lado También Hay Sueños" es el condimento perfecto para sazonar una historia de superación y esperanza.