Sonora

Se sienten olvidados en Guaitana, Etchojoa

No hay médicos y mucho menos medicinas.

por Uniradio Noticias

11/06/2019 16:00 / Uniradio Informa / Sonora / Actualizado al 17/02/2023

Por Fabián Pérez

Navojoa.-   Olvidados y marginados así se sienten en la comunidad la Guaitana, Etchojoa, pues a casi un año de gobierno, el actual alcalde Jesús Tadeo Mendívil Valenzuela no ha regresado desde que anduvo en campaña, aseguró Cruz Moroyoqui.

La madre de familia comentó que, en campaña proselitista, Tadeo Mendívil los abrazaba y recorría los hogares de la comunidad prometiendo que iban a traer obras, apoyos y programas en beneficio de la gente.

“El señor nos prometió que nos iba arreglar las calles y nos iba a ayudar con viviendas, pero a la fecha el pueblo sigue igual, no han hecho nada las autoridades”, reprochó.

Señaló que mucha gente de las comunidades que se enferman tiene que trasladarse al Centro de Salud Urbano de Navojoa, ya que en sus localidades no hay médicos y mucho menos medicinas.

Ayer, Cruz Moroyoqui tuvo que dejar de trabar en el campo para acompañar a su abuela a esta ciudad, donde primero acudió al Centro de Salud Urbana y posteriormente al Hospital General para atenderse de un problema de su presión.

Comentó que desde hace cuatro años espera un apoyo de vivienda, documentación que dejó en el ayuntamiento en la administración de Ubaldo Ibarra Lugo, pero que a la fecha no se sabe si se encuentra en trámite.

Además de hacerse cargo de sus dos hijos, Cruz Moroyoqui tiene que atender a su abuela Elia Neyoy, de 77 años de edad, quien padece de la presión y requiere de un cuidado especial.

Comentó que sus hijos de 2 y 4 años de edad se malpasan en algunas ocasiones por la falta de alimentos.

“Yo trabajo en el campo, pero es muy poco el dinero que gano para alimentar a cuatro bocas, ojalá que las autoridades se dieran una vueltecita para que vieran como vivimos”, señaló.

Cruz Moroyoqui tiene 26 años de edad y estudió hasta la secundaria.

Además de las viviendas, los habitantes de esta localidad marginada ocupan mejores caminos, agua, seguridad, programas sociales, obras y requieren de atención médica para no trasladarse hasta otros municipios.

Nada más en el traslado hasta Navojoa, las dos mujeres tuvieron que hacer un gasto de 500 pesos, entre el pasaje, la comida y un medicamento que no tenían disponibles en los centros médicos de esta ciudad.