Sonora

Vuelos para estimulación de lluvias ya iniciaron en Sonora

La estimulación de lluvias consiste en liberar moléculas de yoduro de plata en las nubes.

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por Agencias

28/06/2022 13:05 / Uniradio Informa / Sonora / Actualizado al 17/02/2023

Por Elizabeth Félix

Hermosillo.- Aunque en esta temporada las lluvias empezaron de manera anticipada en Sonora, esto aún no se refleja en el almacenamiento de agua en las presas, es por ello que se lanzó de nuevo el proyecto de estimulación de lluvias en Sonora.

El pasado 21 de junio salieron los primeros cuatro vuelos para liberar moléculas de yoduro de plata en las nubes, informó Alejandro Trueba Carranza, líder del programa, durante su participación en Reporte 100 con Juan Carlos Zúñiga.

Este proyecto es realizado por la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza), en conjunto con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

Trueba Carranza explicó que los aviones están equipados con tanques: uno cuenta con aire presurizado para emitir presión de salida, mientras que el otro cuenta con el reactivo, el cual es administrado en líneas.

“Estamos dando un seguimiento técnico con pluviómetros e imágenes de satélite que nos permiten evaluar los pronósticos de cuánto estamos logrando incrementar la precipitación de lo que iba a caer de forma natural”, señaló.

La estimulación de lluvias consiste en liberar moléculas de yoduro de plata, la cual tiene una forma hexagonal, igual a la de la molécula de agua en estado sólido. Al momento de soltarse, el yoduro de plata se junta con el agua de las nubes y hay un proceso de liberación de energía, lo que produce la precipitación.

Para este proyecto, la Conaza delimitó polígonos de dos millones de hectáreas en la parte norte del estado, iniciando en Santa Ana y Magdalena y finalizando en la zona sur en Yécora. Estos polígonos van en diagonal, paralelos a la costa y se han diseñado con el propósito de que los escurrimientos que se puedan generar desemboquen en la presa, para de esa manera motivar el almacenamiento de agua.

Alejandro Trueba añadió que cada viaje cuesta aproximadamente 200 mil pesos, se lleva un registro de la hora de salida del vuelo y hacia dónde se dirige, además se registra la trayectoria de estas aplicaciones mediante un GPS integrado en el avión para finalmente cotejar dónde se sembró y se generaron lluvias.