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Asesinato en el Parque Sinaloa

De la pluma creativa de Élmer Mendoza nuevamente surge un relato vibrante de la vida complicada y violenta que hoy caracteriza -desafortunadamente- al noroeste mexicano.

Élmer Mendoza, autor de "Asesinato en el Parque Sinaloa"
Élmer Mendoza, autor de "Asesinato en el Parque Sinaloa" Captura de video

por Manuel Valenzuela

10/04/2023 10:45 / Uniradio Informa / Columnas / Actualizado al 10/04/2023

Por Manuel Valenzuela V.

Hoy no se antoja escribir sobre temas complicados, más bien se apetece comentar cosas más ligeras. Estamos en medio de las vacaciones para muchos y al final de éstas para otros, y seguramente los amantes de la lectura ya disfrutan de ella o -quizá- algunos buscan recomendaciones de libros para aprovechar los días de asueto que les quedan. Vale la pena entonces recomendar un buen libro. En esta ocasión me referiré la novela "Asesinato en el Parque Sinaloa" del escritor sinaloense Élmer Mendoza.

Esta obra es una novela policiaca más de la ya muy amplia producción literaria de Élmer Mendoza y forma parte de la zaga policiaca protagonizada por el ya conocido detective Edgar "el Zurdo" Mendieta, donde nuevamente se enfrenta a un caso complicado que al final resuelve después de enfrentar y salvar múltiples dificultades y riesgos.

Trabajando en territorio dominado por los narcos y rodeado de policías comprados por los grupos criminales, el Zurdo Mendieta es capaz de moverse entre tiburones y ayudar a un viejo amigo y mentor a encontrar a los asesinos de su hijo. 

De la pluma creativa de Mendoza nuevamente surge un relato vibrante de la vida complicada y violenta que hoy caracteriza -desafortunadamente- al noroeste mexicano (quizá debería decir al país en su conjunto), donde la violencia y la impunidad cabalgan juntas y se han integrado ya a la vida cotidiana. Como los corridos de narcos se han integrado a la música popular, las novelas de violencia derivada del poder de los criminales forman parte de la nueva normalidad que impera en el país, al menos en algunas regiones, dentro de las cuales se encuentra, desde luego, Sinaloa.

Los Mochis y las hermosas playas de Topolobampo son el escenario de la trama criminal que se esconde detrás del misterioso asesinato de un modesto abogado y de su bella y sexi novia. El de él ocurre justamente en el Parque Sinaloa, y el de ella en su casa, a escasas cuadras de ese lugar. Durante el relato de la investigación que realiza el Zurdo Mendieta, conoceremos, además de la trama policiaca, algunas de las características de esta bonita ciudad cañera y de su historia, lo mismo que de la trama de complicidad entre las policías y los grupos criminales que ahí operan.

En un relato sencillo y sin grandes complicaciones, Mendoza encuentra el espacio y la ocasión para sorprender al lector y llevarlo por caminos completamente inesperados. 

Al igual que en otras novelas conocidas del autor, como en "Un asesino solitario," Mendoza sitúa a los personajes en situaciones reales, en este caso la redada de La Marina para capturar en Los Mochis al Chapo Guzmán, donde este personaje intentó escapar por un túnel que conducía a la red de drenaje de la ciudad. En la novela, el peligroso jefe del cártel regional, el "Perro Laveaga," y su lugarteniente el despiadado "Grano Biz" son detenidos por el Zurdo Mendieta y su asistente, la teniente Gris Toledo. 

Recuerdo que en "Un asesino solitario," Élmer Mendoza describe un supuesto Plan A para asesinar al candidato Luis Donaldo Colosio, mismo que se desarrollaría en Culiacán justo el día anterior al fatídico 23 de marzo de 1994, donde fue asesinado el candidato priista en Lomas Taurinas, en Tijuana, en lo que -según la novela- era el Plan B. 

Como en la mayoría de las obras de Mendoza, los protagonistas laterales son el lenguaje coloquial de los sinaloenses, que -como sabemos- es muy similar al usado en Sonora, y los infaltables platillos de la comida típica que hace que inevitablemente en el lector se despierte el hambre. En el caso del lenguaje, seguramente muchas de sus expresiones no son fácilmente entendibles para otros lectores no familiarizados con los "norteñismos", aunque es perfectamente claro para nosotros los sonorenses.

En el caso de la comida, no faltan los clásicos camarones al aguachile o los camarones rancheros, sin faltar las tortillas de harina con frijoles recién guisados, o los desayunos de huevos estrellados en una cama de dos tamales de elote con una salsa de chile verde, crema y cilantro. Sin faltar desde luego los huevos con machaca, las semitas de trigo y los clásicos tacos de carne asada y el frijol yorimuni.

Se trata de una novela muy amena y de lectura fácil, se disfruta enormemente. El personaje de "el Zurdo Mendieta" es muy terrenal y se aleja de los esquemas donde los héroes siempre son perfectos, el Zurdo es muy borracho, le gusta tomar puro whisky y se enreda fácilmente con las mujeres hermosas, conoce a personajes del bajo mundo lo mismo que de las altas esferas de la política. Si usted decide leerla, le aseguro que no se arrepentirá.