Columnas

Inflación y tasas de interés México-EEUU

El comportamiento de la inflación y las tasas de interés son temas recurrentes para propios y extraños en ambos lados de la frontera.
Los incrementos de cárnicos y frutas y verduras han crecido a tasas del 10 y 21% pixabay

Por Germán Lohr Granich

La inflación, decía Borges, es como la luna, indescifrable y cotidiana, agregaría también que las tasas de interés son por el estilo. Toda una tarea para especialistas atinarles.

A querer y no todo es una odisea cachar expectativas relevantes sobre todo en temporada de patos con elecciones 2024 de por medio en México y los EEUU.

En un mundo globalizado y con la interacción comercial y financiera que tenemos, el comportamiento de la inflación y las tasas de interés son temas recurrentes para propios y extraños en ambos lados de la frontera.

Esto influye para bien y para mal en el PIB de uno y otro país al igual que en las transacciones del tipo de cambio y el Nearshoring, no se diga en el asunto migratorio que traen como piñata los americanos.

Pero vamos por partes, los datos recientes de inflación siguen cediendo, aunque de acuerdo a los especialistas es aún prematuro recortar las tasas de interés, al menos al primer trimestre del año, quizá en el segundo se animen ambos países.

La inflación americana por su parte, la vemos ampliamente reflejada en vivienda, autos y seguros, salud y medicinas, no se diga en alimentos y varios servicios personales.

Mientras tanto en México no se ve sensato aún recortar tasas sino esperar a que pasen las elecciones. Sin embargo, Banxico, está en espera de que se reduzca la inflación para hacerlo.

Hubo un rebote en enero, nos dice la Gobernadora del banco que será temporal y se revertirá pronto. Empero, echándole un taco de ojo al supermercado, nos damos cuenta que los productos agropecuarios siguen aumentando, no se diga las frutas y verduras.

Factores climáticos traducidos en heladas y sequías en gran parte del territorio con presas semivacías no auguran nada bueno este año si no llueve, luego entonces el asunto no será nada temporal y de ajuste de la oferta como se dice.

Al revisar el INPC, este cerró en enero en 4.88% acumulándose ya tres alzas consecutivas no vistas desde junio pasado. Esto sin duda es un asunto nada desdeñable que habrá que sortear.

Para empezar, los incrementos de cárnicos y de frutas y verduras han crecido a tasas del 10 y 21% no vistas desde agosto del 2017.

He ahí la cautela de no bajar tasas lo cual suena sensato y no debe tomarse a la ligera ni acá ni allende la frontera.

No hay que olvidar que los pronósticos del PIB para 2024 estiman crecimientos del 2%, un punto porcentual menor que el año pasado.

En suma, hay que ver cómo se van acomodando las calabazas conforme avancen las carretas en ambos países al ir despejando variables electorales, expectativas inflacionarias y salariales y del tipo de cambio entre otras más.

Ya para el cierre del 2024 las estimaciones nuestras aseguran un nivel de 9.50% en materia de tasas de interés, que, de cumplirse será sin duda un gran logro.

Bueno, dependerá en grado sumo de la clase de carretón que arrastre la 4T este año de cierre sexenal, nada seguro por cierto ni halagüeño en materia presupuestaria y de creciente deuda pública cara.

HE DIXI.