Sembrando Ciudades da vida a la biodiversidad de Tijuana a través la revegetación de especies nativas, un hotel para polinizadores, pinta en piso y mu

TIJUANA.- Sembrando Ciudades es un proyecto que busca impulsar comunidades resilientes ante el cambio climático a través de la implementación de proyectos demostrativos mediante soluciones basadas en la naturaleza y procesos participativos que promuevan la adaptación al cambio climático.

Esta iniciativa fue posible gracias a la colaboración de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), el Ayuntamiento de Tijuana, el programa de impacto social Comex por un México Bien Hecho, la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) en México, a través de su proyecto Desarrollo Sustentable de Regiones Urbanas Costeras (BIOCITIS), en coordinación de las organizaciones de la sociedad civil Colectivo Tomate y Revive.

El proyecto implementa un dispositivo de conectividad ambiental que tiene como objetivo recuperar espacios públicos por medio de diversas estrategias y métodos de participación comunitaria basados en la naturaleza.

De igual manera, esta estrategia busca incentivar el diálogo sobre el cuidado del medio ambiente y la diversidad biocultural, así como impulsar la adaptación climática de la comunidad de acuerdo con el contexto local, por medio de la implementación de recursos y elementos de apropiación, acompañado de propuestas artísticas.

"Ejercicios como éste nos muestran el reto de construir comunidades y no solo espacios de uso, porque la ciudad de Tijuana es de todos, pero no todos quieren o pueden asumir el compromiso de hacer algo por ella; por eso proyectos así buscan ser un detonante que construya identidad y genere acción ante los retos urbanos", indicó Nora Márquez Carvajal, directora ejecutiva general del Instituto Municipal de Planeación de Tijuana (IMPLAN), en representación de la alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez.

El dispositivo constó de una revegetación de 31.92 m² con diversas especies nativas de la región, como el girasol de California, el romerillo, el toloache sagrado, la flor de borrego, el corazón tranquilo, entre otras.

Esta acción, de conectividad ambiental, no solo persigue la restauración del entorno sino también la provisión de servicios ecosistémicos, la creación de áreas de cobertura vegetal y la atracción de polinizadores como abejas, mariposas, colibríes y escarabajos, para quienes se creó un hotel especial que les brindó protección durante la acción de polinización.

"Un programa de impacto social debe tener efectos en el largo plazo, por esta razón desde ´Comex por un México Bien Hecho´ buscamos a Riskop para asegurar que estemos cumpliendo nuestros objetivos. Los resultados de nuestra última evaluación de impacto nos dejan ver los beneficios que hemos aportado en las comunidades; por ejemplo, un aumento muy significativo de 25% en la frecuencia de visitas a los espacios públicos intervenidos", mencionó Mai Hernández, directora del programa Comex por un México Bien Hecho.

A lo largo de estos 38 días de intervención, se realizaron 6 talleres de sensibilización sobre la importancia de las áreas naturales, la biodiversidad local y la mejora del entorno para la comunidad tijuanense. Como parte de la estrategia de resignificación de espacios, se pintaron juegos infantiles en 200 m² de suelo para fortalecer los lazos comunitarios a partir de la cooperación.

"Las acciones en espacios públicos impulsadas con la comunidad, distintos niveles de gobierno, sector privado, sociedad civil y organismos internacionales, en Sembrando Ciudades, en Tijuana, promueven la resiliencia de las comunidades ante el cambio climático gracias a la sensibilización y el cuidado de los servicios ecosistémicos. Así, con este tipo de cooperaciones se aumenta el alcance de los beneficios sociales, económicos y ambientales", dijo Michelle Silva, asesora técnica de la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) en México.

Para reflejar la diversidad de Tijuana y su capacidad de adaptación al crecimiento urbano y las condiciones climáticas actuales, a través de la expresión artística, se crearon 5 murales, uno de ellos de manera colaborativa con la población de la zona. En estas obras se retrata la biodiversidad local, el impacto de la urbanización y la coexistencia pacífica que debe existir entre la población y la fauna y flora tijuanense. Los murales abarcaron 200 m² de espacio público y se usaron 273 litros de pintura y 12 latas de aerosol para su creación.

"El reto es enorme, la ciudad, así como tiene muchas bondades, tiene muchas carencias en el tema verde; entonces celebramos que hoy vienen a apoyarnos con este despertar de ustedes gobierno, iniciativa privada, sociedad civil, para sacar adelante estos proyectos y talleres, todos ellos exitosos", compartió Sergio Nava, embajador del Programa Ciudades Sensibles Revive A.C.

Las acciones realizadas en Sembrando Ciudades Tijuana impactaron positivamente a 6,374 habitantes. Con este proyecto, la ciudad de Tijuana abraza la resiliencia y se une a través de sus habitantes para hacer frente a los cambios climáticos.

"Tijuana se convierte, de esta manera, en la segunda ciudad mexicana en donde Sembrando Ciudades impulsa la transformación colectiva ante el cambio climático", declaró Guillermo Milano, director ejecutivo general de Colectivo Tomate.