Salud

¿Cuáles son los riesgos de los rituales espirituales con ranas y sapos?

Experto asegura que desde la pandemia han aumentado las muertes por sobredosis.
Los rituales con sapo bufo y rana kambo son populares pero riesgosos. Especial
Mariana Navarro Guerrero 26-09-2023

Los rituales con sapo bufo (Incilius alvarius) y rana kambo (phyllomedusa bicolor) se han convertido en una de las últimas tendencias debido a los efectos psicodélicos y terapéuticos que se les atribuyen a estos animales, sin embargo pueden resultar peligrosos, advierte el experto en adicciones Joaquín Oloño.

"Desde la pandemia para acá, ha habido situaciones de muertes a causa de sobredosis (por estos rituales), pero la gente sigue buscando esta experiencia para curar la depresión, la ansiedad, la psicosis o incluso quitar las adicciones", describió.

El más recurrido es el sapo bufo o también conocido como "sapo del desierto", que se encuentra en el desierto Sonora y de Arizona, y en los últimos años ha aumentado su popularidad.

"Su uso es con fin recreativo o ritualista con carácter terapéutico, el veneno es liberado como mecanismo de defensa, liberando la droga dimetiltriptamina (dmt)", explicó.

Detalló que los efectos son distorsión de la percepción visual y auditiva, pero hay otros síntomas como miedo, tristeza, ansiedad, paranoia, confusión, temblores, vómitos, náuseas, presión en el pecho e incluso la muerte.

La rana del Perú también conocida como la rana kambo, se sitúa en las amazonas de Brasil, Perú, Colombia y Venezuela. 

"Sus usos no son recreativos sino curativos, para sanar padecimientos, limpieza del cuerpo, del alma, etcétera. Con estas no entras en un viaje psicodélico", indicó.

Joaquín Oloño añadió que en este caso la neurotoxina, también conocida como su mecanismo de defensa, sale de las axilas del animal.

"La práctica con este tipo de ranas es inserciones en la piel con un bisturí o quemaduras con un tallo de bambú donde ponen el veneno. Los síntomas se presentan como aumento en la frecuencia cardíaca, sudoración, mareos, náuseas, y hasta muerte, que se registran desde el 2008", puntualizó.