Tijuana

Posicionamiento de la sociedad de historia de Tijuana

La Sociedad de Historia de Tijuana, A.C., constituida bajo la legislación mexicana el 28 de febrero de 1976.

por Uniradio Informa

23/02/2021 12:56 / Uniradio Informa / Tijuana / Actualizado al 17/02/2023

H. Tijuana, a 20 de febrero de 2021

 

C. Gobernador Constitucional del Estado de Baja California

Ing. Jaime Bonilla Valdez

Palacio de Gobierno

Mexicali, B.C.

 

La Sociedad de Historia de Tijuana, A.C., constituida bajo la legislación mexicana el 28 de febrero de 1976, e inscrita en el Padrón de Contribuyentes del Estado con la clave SHT-830610-727, respetuosamente comparece ante usted con el propósito de manifestarle lo siguiente:

 

1. La ciudadanía tijuanense ha luchado por varias décadas por ser un referente en las artes, educación y la cultura, el trabajo ha sido arduo y no carente de obstáculos, buscando esclarecer y resaltar su historia como ciudad fronteriza, no con ánimo patriotero sino como  una entidad orgullosa de su pasado y de su presente, a pesar de los flagelos que nos aquejan (salud y seguridad, entre los más lacerantes),  encaminando a nuestra Heroica Tijuana hacia un futuro de luz y de progreso; siendo la Sociedad de Historia de Tijuana, desde su constitución hace 45 años, quien se ha destacado por el fomento de los principios de identidad y pertenencia que nos caracterizan.

 

2. Ante los recientes acontecimientos en los que se ha venido mencionado cada más insistentemente la donación del Centro de Gobierno del Estado y el desmantelamiento de las instituciones culturales y educativas colindantes, entre ellas, la Biblioteca Benito Juárez; nos vemos precisados a exhortarlo a un análisis profundo y cauteloso de dichas decisiones, dado el evidente daño a la ciudadanía, a la que se supone el Gobierno está para servir.

 

3. Ante tales circunstancias, nos permitimos sugerirle a que ordene a quien corresponda, suspender de inmediato el desalojo de la Biblioteca Benito Juárez y en general de las instalaciones culturales colindantes al Palacio de Gobierno del Estado;  y que sean restituidas íntegramente en el lugar que ocupaban previamente hasta en tanto no se den a conocer públicamente las razones de dicho cambio, qué beneficios traería a sus usuarios y cómo se van a solucionar los innumerables inconvenientes planteados por diversos segmentos de la población que como nosotros, han manifestado su inconformidad.

 

4. De la misma manera, lo exhortamos a que respete el Patrimonio de la H. Ciudad de Tijuana y desista de la donación comentada. La obligación de todo gobernante es proteger el patrimonio público, incluso si las circunstancias lo permiten, acrecentarlo, mas no desmantelarlo, tomando siempre en cuenta el popular dicho que “Nadie puede dar lo que no es suyo'.

 

5. Presumimos que estas decisiones no se analizaron con la suficiencia y amplitud necesaria, además de no haberse consensado con los sectores afectados, como lo son los usuarios y los trabajadores, por lo menos.

 

6. Al margen de presunciones, lo que es una verdad jurídica es la donación que el Gobierno Federal (Enajenación a título gratuito), mediante Decreto Presidencial, signado por el Lic.  José López Portillo y publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 14 de julio de 1978, en favor del Gobierno del Estado y del Gobierno Municipal de 86 manzanas del entonces denominado Desarrollo Urbano Río Tijuana,  precisando que la manzana 232, con una superficie 12,913.72 metros cuadrados, sería para la CONSTRUCCION DE LAS OFICINAS DEL GOBIERNO DEL ESTADO, especificando que  darle un uso distinto a dichos inmuebles tendría como consecuencia la reversión del decreto y la adjudicación de todo bien construido sobre los mismos.

 

7. Pero no es nada más el aspecto jurídico que debe tomar en cuenta, sino además las erogaciones de los usuarios, de las personas que ahí han laborado por años; y los excesivos gastos que tendrá que hacer con el fin de  adaptar y remodelar las instalaciones universitarias, en una edificio diseñado para una actividad muy distinta, recordándole que al final sería la ciudadanía que como siempre, pagaría dichos costos, en una época en que definitivamente no puede soportar una carga más.

 

8. Reconsiderar dichas determinaciones no implica de ninguna manera una afrenta para usted y su Gobierno, recordemos que es de sabios rectificar.

 

Por sus atenciones a la presente, muchas gracias.

 

Por la Alta Cultura de Tijuana

 

 

Sociedad de Historia de Tijuana, A.C.

Mario Córdova Torres

Presidente

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