El discurso de Biden sobre el Estado de la Unión

Por Manuel Valenzuela V.

En Estados Unidos cada año los presidentes rinden un informe ante el pleno del congreso de ese país, equivalente a lo que en México antes eran los informes presidenciales que se rendían ante el pleno del Congreso de la Unión. Hoy esos informes desaparecieron y se sustituyeron con mensajes que se dan desde palacio nacional sin la presencia de los diputados y senadores. En el país vecino esa tradición continúa y el mensaje lo da el presidente en un ambiente de respeto pese a la profunda polarización que existe en ese país. El pasado jueves 7 de marzo Biden pronunció el que corresponde a este año.

Los mensajes que normalmente se brindan en esos informes, que los estadounidenses llaman "The State of the Union Address", son importantes porque resumen la visión del presidente sobre el momento que vive el país, los avances efectuados hasta ese momento, así como las tareas prioritarias a acometer en lo que resta de su periodo. Esta vez se añade el hecho de que fue el último de la administración de Biden en este primer período, y porque a la vez es candidato del Partido Demócrata para reelegirse por un período más.

En México pasó casi desapercibido en las notas y análisis de la prensa nacional. Solo algunos analistas y comentaristas anotaron algo, pero nada que se haya convertido en tendencia. El discurso de Biden fue importante, no solo porque dio su visión sobre las disyuntivas que se ofrecen en el futuro no solo en su país sino en el mundo. Además, su intervención parece haber dado un nuevo impulso a su campaña, al grado de que el periódico New York Times cambió su posición de reclamo a los demócratas para cambiar de candidato a lo que hoy cataloga como "el regreso de Biden". Hay cuatro mensajes que me parece fueron el eje de su discurso. 

Primero. La democracia y las libertades están amenazadas tanto en el mundo como en los propios Estados Unidos. En el mundo, las principales amenazas las constituyen la invasión rusa a Ucrania y el avance de regímenes no democráticos como el de China. Según Biden, la mayor lucha por la democracia la están dando los ucranianos y urgió al Congreso a aprobar la iniciativa de apoyo a Ucrania que ha sido rechazada por los republicanos. Si Ucrania se pierde -dice Biden- nada detendrá el avance de Putin sobre Europa, empezando por los países que en el pasado fueron parte de la Unión Soviética. Quienes piensan que Putin se conformará con Ucrania están muy equivocados y el costo de la inacción ahora, mañana será enorme. 

Pero la democracia y las libertades están amenazadas también en el interior de los Estados Unidos, donde la principal amenaza la constituye Donald Trump y su intento de regresar a la presidencia de ese país. Trump trató de revertir el resultado de la elección de 2020 al encabezar la insurrección del 6 de enero de 2021 y explícitamente intentar robar la elección en Georgia para darle vuelta a la elección nacional. Pero también las libertades están amenazadas internamente como en el caso de la elección de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. Trump no solo promovió que la Corte suprema revirtiera, como realmente lo hizo, la histórica decisión del caso "Roe vs Wade" de 1973 que legalizó el derecho al aborto, sino que desea extender los efectos de esa reversa a todos los estados de la Unión Americana. 

Segundo. La economía de Estados Unidos se está fortaleciendo con la relocalización industrial, están regresando al país los empleos industriales y se está fortaleciendo el mercado interno. Recurre a las cifras oficiales para argumentar su idea: se evitó la recesión y la economía crece a un ritmo aceptable (2.5% en 2023); la tasa de desempleo es la menor en cincuenta años (3.7%), y se mantiene en  el nivel catalogado como de pleno empleo; la inflación regresó de niveles del 9 al 3% y se acerca a la meta de la FED del 2%; se han invertido 650 billones de dólares en energías limpias, manufactura avanzada, y otros sectores por parte del sector privado (Ley de CHIPS) y está en marcha el más amplio programa público para la reconstrucción de la infraestructura (Ley para de control de la Inflación). 

Tercero. La grandeza de Estados Unidos proviene de las capas medias y éstas fueron muy golpeadas y casi olvidadas en el pasado cercano, hoy no hay tarea más prioritaria en lo doméstico que volver a fortalecerlas. Así se está haciendo en este gobierno -dice- al regresar los empleos industriales, al aumentar los salarios, al invertir en capital humano (educación de calidad, cuidado de la primera infancia y mejores condiciones para los adultos mayores), mayor inversión en el sistema de salud, así como en investigación y desarrollo. Llama a los republicanos a pasar la propuesta de incrementar el salario mínimo a 15 dólares la hora. El futuro del país está en fortalecer a las capas medias no a las grandes corporaciones como propone su adversario electoral.

Cuarto. Llamado a cerrar filas para defender a la democracia y las libertades tanto al interior del país como en el mundo; convoca a no claudicar ni entregar el papel de liderazgo de EU en el mundo sino a fortalecerlo. Internamente convoca a seguir fortaleciendo a las capas medias y a hacer que las grandes corporaciones paguen lo que les corresponde en impuestos mientras sigan operando sus negocios sin mayores interferencias. En la próxima elección, las opciones son muy claras: Trump es el candidato de las grandes corporaciones (por eso quiere recortarles más impuestos) y él es el candidato de las clases medias. Ese es el dilema que plantea el actual presidente. 

El día siguiente de su mensaje la campaña de Biden captó más de 10 millones de dólares de contribuciones en lo que pareciera ser un signo del relanzamiento de esta. Veremos si sigue por este camino.