Licenciatura en lavavajillas

@chefjuanangel

La gran esponja verde soñaba y ansiaba a diario el momento preciado de la noche: las 11 en punto, cuando la luz se apagaba y las burbujas de jabón cobraban vida produciendo grandes destellos en el aire que iluminaban la enorme tina de aluminio rodeada de azulejos amarillos. La esponja escalaba la ventana y desde la cima del cortinero daba un gran salto dejando gotas de aire suspendidas mientras velozmente se zambullía en el trastecito de jabón, que en su vida pasada había guardado queso cottage en su interior. De extremo a extremo, la esponja nadaba absorbiendo espuma, después, subía a los platos y se convertía en la más hábil y ligera patinadora, tallándolos entre saltos acrobáticos, splits y barridos.

-Noé , deja de estar jugando con la esponja y ponte a lavar trastes-

El pequeño Noé estaba parado sobre un banquito de madera pintado con un color café reluciente, vestía un overol de pantalones cortos color azul añil y una playera blanca con patitos amarillos; frente a él, un gran mandil elaborado en el momento con un hule transparente y rígido que se sostenía del cuello y cintura con varias vueltas de estambre azul cielo. 

Diez minutos antes, en una sencilla y delicada pelea de hermanos, había golpeado mi cabeza contra el piso despostillándome uno de mis dos dientes de Bugs Bunny, Noé estaba castigado.

Lavar trastes es, desde siempre, mi actividad favorita de limpieza en la cocina, es un juego que permite regresar los platos a su color natural con danzas de una esponja chispeantemente burbujeante, así lo concebía mi imaginación. Pero el lavado de trastes debería ser el motivo de algún diplomado, materia, curso o taller. Es una práctica que exige movimientos precisos:

1. Los platos y cubiertos deben llegar sin comida al lavaplatos, de lo contrario se va a tapar y ocuparemos más agua.

2. Tanto el jabón de polvo como el líquido deben disolverse en agua antes de lavar trastes.

3. Primero se enjabona, talla y enjuaga, después se recorren con la yema de los dedos revisando que no hayan quedado restos de comida adheridos.

4. Ningún utensilio debe quedar con aroma a comida.

5. Los platos y sartenes también se tallan por dentro y por fuera, pues puede haber restos de aceite, salsa, hollín, etc.

6. Los sartenes deben enfriarse antes del lavado para que tengan más vida útil. Los de teflón se lavan por dentro con esponja, mientras que por fuera se hace con la fibra.

7. El aceite o grasa no se vierten en la tarja.

8. Se debe cuidar que no se vaya comida por la coladera para evitar que se tape.

9. Primero se lavan los vasos o utensilios de cristal.

10. Es necesario una esponja con fibra más un estropajo de alambre.

11. Los platos se escurren acomodándolos escrupulosa y equilibradamente en el escurridor, siguiendo el orden que marcan sus divisiones, después se colocan encima los trastes más pequeños, encima los de mayor tamaño y así sucesivamente hasta terminar con las ollas.

12. Los cuchillos y tenedores se escurren con las puntas hacia abajo para evitar accidentes.

13. Los escurridores de trastes también se lavan.

*Dedicada a mi querida Elsa Olivares que me inspiró a escribirla después de un regaño mediante audio de WhatsApp con duración de 5 minutos y 46 segundos.

Chef Juan Angel Vásquez - Licenciado en Periodismo y chef profesional, creador de contenidos gastronómicos para plataformas digitales y embajador de marcas de alimentos.